LA HABANA, Cuba, enero (173.203.82.38) – Desde principios del año se ha especulado mucho sobre la Letra del año que los sacerdotes de IFA en Cuba dieron a conocer. Son muchos los que creen que los consejos de dicha letra traerán definitivamente los cambios que necesita la nación.
Babalawos, Apetebbi, Iyabo, y creyentes en general, ruegan al pie de Orula para que este año sea el definitivo. Pero si nos llevamos por las evidencias que el signo regente BABA EYIOGBE mostró en otras ocasiones, veremos con decepción que esta vez tampoco cambiarán las cosas.
Ejemplo de ello fue en 1998, cuando su Santidad Juan Pablo II arribó a la Habana. En esa visita el Sumo Pontífice expresó: “Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”. La historia demostró que no hubo apertura. En ese mismo año, la Asamblea Nacional del Poder Popular eligió por “unanimidad” (una vez más) a Fidel Castro como Presidente del Consejo de Estado.
Más lejos en el tiempo, en 1989, cuando también gobernó este signo, se fue abajo el campo socialista y, con él, los alimentos que nos aliviaban el hambre; se fusiló a un general que pretendía, según personas cercanas a él, iniciar una suerte de perestroika en la Isla.
Otro año en que rigió el signo de salvación fue 2004 y nada espectacular sucedió. BABA EYIOGBE significa “doble salvación” (¿de quién?). Asegura, o al menos profetiza, cambios rotundos en el orden social. Dada la fe que tienen los cubanos, es lógico pensar que muchos asocien esta predicción a la “actualización” económica que el gobierno de Raúl Castro lleva a cabo.
Afirma el signo que habrá desajustes y discrepancias en el seno familiar. ¿Habrá o continuará? Apenas unos años después de 1959, el gobierno comunista logró su empeño de separar a la familia cubana. Desde entonces, ha sido imposible la reconciliación.
Un punto interesante y contradictorio de este signo es que asevera que habrá “disminución de las relaciones comerciales, tanto de importación como de exportación”. ¿En qué quedamos? ¿Es o no beneficiosa la Letra del año? ¿Cómo se puede tener desarrollo económico cuando los negocios van mal? Aunque, a decir verdad, en medio siglo, el gobierno nunca ha podido ha hecho ningún negocio que beneficie a la su gente.
BABA EYIOGBE nos orienta que “tenemos que respetar las decisiones de la mayoría y las opiniones de las minorías”. Lástima que los viejitos que mandan no se rijan por la misma letra que el resto del país.
La asociación oficialista yoruba difiere todos los años de la letra que emite la comisión que se encuentra en el municipio 10 de Octubre. A propósito, esta comisión tendrá que unirse el próximo año con la oficial, gústele o no.
En fin, nada se moverá de su lugar mientras el pueblo cubano siga indiferente y temeroso. Es el pueblo quien debe hacer los cambios, no los orishas que, si son tan poderosos como muchos afirman, ¿cómo han permitido que Cuba lleve medio siglo sumida en esta desgraciada? ¿Será que los orishas de los mandamases son más fuertes que los del pueblo? ¿No son los mismos orishas?
El pueblo, en su desesperación se aferra a cualquier cosa que para mantener la esperanza y ve signos donde no los hay, pero la solución de sus problemas no la tienen los santos que, a fin de cuentas, han permitido que nos maltraten y repriman por medio siglo, delante de sus narices.