CARACAS, Venezuela, 27 de agosto (Agencias, 173.203.82.38) – Un tercer tanque de combustible comenzó a incendiarse en la refinería occidental de Amuay, donde el saldo de víctimas por una explosión por fuga de gas que comenzó la madrugada del sábado ya es de 41 muertos y 151 heridos, reportó la agencia Associated Press.
El ministro de Energía y Minería de Venezuela, Rafael Ramírez informó el lunes sobre el incendio en un tercer tanque de nafta catalítica, e insistió en que los tres tanques que se están incendiando en la actualidad “están todos confinados”.
“Tenemos dos tanques que están en proceso de extinción. Se están consumiendo los tanques”, agregó.
“No hay ningún riesgo de un evento mayor”, declaró el ministro a la AP al descartar que el incendio que persiste en los tres tanques pueda propagarse a otras áreas de la refinería, una de las más grandes del mundo y ubicada en el occidente venezolano.
La fiscal general Luisa Ortega Díaz informó el lunes que el número de muertos aumentó a 41, de los cuales solo uno no se ha podido identificar. Otras 151 personas resultaron heridas y 33 están hospitalizadas en diferentes centros de salud.
Entre los pobladores de los sectores La Pastora y Alí Primera, aledaños a la refinería de Amuay, crecen las dudas sobre las explicaciones dadas por las autoridades acerca de las posibles causas del accidente en el Complejo Refinador, indicó AP.
Esteban Mosquera, de 31 años, un vecino del sector Alí Primera, una barriada pobre que colinda con la playa de almacenamiento donde se produjo la explosión, está preocupado por la frecuencia de accidentes en la industria petrolera.
“Creo sinceramente que es imposible evitar un accidente (… ), pero tenemos más de cinco años donde si no es una cosa es otra, apagones en Amuay, incendios aquí en Cardón. Y después de esto estamos mucho más preocupados”, dijo a la AP.
En la última década se han registrado numerosos accidentes y fallas en el Complejo Refinador de Paraguaná, integrado por las refinerías de Amuay y la adyacente Cardón, que en conjunto componen uno de los sistemas refinadores más grandes del mundo, capaz de procesar diariamente unos 900,000 barriles de crudo y producir 200,000 barriles de gasolina, entre otros derivados del petróleo.
Al menos dos docenas de fallas eléctricas, incendios y explosiones de baja intensidad fueron reportados entre los años 2003 y 2011. El más grave de ellos ocurrió en enero de 2009, cuando un incendio en el área de tanques de Cardón dejó un saldo de al menos una decena de heridos.
El presidente Hugo Chávez dijo el domingo que falta determinar las causas, pero que no se puede decir por ahora que haya sido por falta de mantenimiento.
Sin embargo, críticos y expertos en el manejo de la industria petrolera afirman que las refinerías venezolanas tienen fallas y retrasos en el mantenimiento. Otros afirman que los problemas de seguridad se agudizaron como consecuencia de los despidos masivos que realizó el gobierno en la estatal petrolera venezolana PDVSA.
Cerca de 18,000 empleados petroleros, que representaban 45 por ciento de la nómina de la empresa, fueron despedidos en 2003 por haberse sumado a un paro convocado por la oposición para presionar la renuncia de Chávez.
No fue hasta marzo cuando el gobierno logró restablecer la totalidad de las actividades de la corporación y elevar la producción de crudo.