CDMX,México-. Para los cubanos cada día conseguir alimentos se ha vuelto prácticamente un ejercicio de caza. Las imágenes de las interminables colas, las tiendas desabastecidas y los pocos productos en MLC son continuas en la isla, donde tomarse un vaso de leche es un lujo impensable. Eso para no hablar de un pedazo de carne roja. Aunque ya no está penado, sigue siendo un fantasma que pocos conocen o logran recordar el sabor en su paladar.
La dificultad para conseguir comida ha llegado al punto que padres cubanos han denunciado en redes sociales que no tienen cómo conseguir la merienda para que sus hijos vayan a la escuela. O que tiene qué elegir a cuál le dan un alimento y cuál se lo niegan, porque solo hay para uno. En este caótico escenario que padecen cubanas y cubanos, no han faltado las irrespetuosas publicaciones de medios oficiales. Estos se han atrevido a sugerirle al pueblo que coman, lo que no comen sus dirigentes.
¿Alguien imagina a Lis Cuesta y a Díaz-Canel haciendo mermelada de marpacífico para tener un postre? ¿Visualizan a Mariela Castro degustando una hamburguesa de zanahoria, en lugar de una langosta? ¿Será que el Comité Central ha incluido en su menú la cáscara de plátano y papa? Estos son algunos de los platillos que los medios que ellos controlan han presentado como opciones para la población cubana, con hambre y sin divisas .
Si quieres conocer algunos de los “exquisitos platillos” que los medios de propaganda se han atrevido a presentar, lee esta nota.
Mermelada de marpacífico
Justo en diciembre del año pasado, en víspera de las tradicionales fiestas familiares, el diario Juventud Rebelde sugirió a sus lectores un inusual postre. Aunque tradicionalmente las mermeladas tienen un base de puré de frutas, la chef Jessa García Rodríguez explicó cómo sustituir la fruta, que también escasea, por marpacíficos, una flor común en Cuba.
Hay que reconocer que la preparación del platillo es muy simple y requiere pocos ingredientes. Algo indispensable en las cocinas cubanas. La receta solo contiene flores de marpacífico –sin pistilos ni hojas–, zumo de limón (este puede ser el requisito conflictivo) y un almíbar ligero o azúcar.
Cáscara de plátano
En los años, 90 tras la hambruna que azotó Cuba las personas se vieron obligadas a comer platillos ajenos a la tradición culinaria. Uno de los más célebres fue el picadillo de cáscara de plátano. Esto no se comió en Cuba por costumbres veganas o por intentar innovar en la cocina. Se comió por hambre.
Dado este antecedente, uno pensaría que ningún medio oficial se le ocurriría volver a recomendar a la población comer cáscara de plátano.
Pero cuando se trata de publicar textos inoportunos, El Periódico Tribuna de La Habana se lleva la arrancada.
En septiembre de 2020 publicaron un texto que de inmediato se viralizó y los usuarios compartieron junto a negativas presentaciones.
Con el título “Maravillosos usos de la cáscara de plátano“, el semanario indicó en su texto que “ la cáscara es tan nutritiva como el interior: aporta hierro, potasio y vitaminas B, C y K. Como si fuera poco, contiene buenas cantidades de manganeso, fibra, antioxidantes y cobre”. Esto no lo dudamos. Además, publicar la nota en otro país con mayor suministro de alimentos no hubiese sido controversial. El artículo hubiese pasado como una curiosidad más. Pero hacerlo en Cuba fue leído como una burla a nuestra gente.
Cáscaras de papas
El mismo autor de la célebre frase: “En Cuba no hay hambre. ¡Pero los cubanos tienen mucho apetito!”, recomendó a inicios de este año otro inesperado platillo.
El teólogo brasileño y aliado del régimen de la Habana, Frei Betto dejó algunos consejos para los cubanos en la Mesa Redonda. A inicios de este año Betto incitó a freír cáscaras de papas.
“La cáscara de papa, por ejemplo, es excelente para picar cuando se toma un trago. Frita es excelente”, comentó el sudamericano. Lo que no dijo el teólogo es dónde los cubanos podían adquirir las papas y el aceite para freír.
Por último, compartimos esta foto que ayuda a entender porque sostiene Frei que en Cuba no hay hambre.
Recetas con tripas
¿Cómo olvidar aquellas declaraciones del ministro de la Industria Alimentaria de Cuba, Santiago Sobrino Martínez sobre producir alimentos para la población con tripas de cerdos, vacas y gallinas decrépitas? Esos desatinados comentarios provocaron una avalancha de memes en redes y múltiples comentarios de cubanos enojados.
Pero ahí no quedó el agravio. Poco después el portal oficialista Cubadebate compartió recetas culinarias hechas a base de tripas o mondongo. La redactora de la nota, Silvia Mayra Gómez justifica la publicación diciendo que el uso de las tripas no es nuevo y que es la base de muchos embutidos. Gómez puso el ejemplo de España y otros países de primer mundo. Su hipótesis era que si era normal comer tripas en otras naciones, e incluso un alimento costoso a veces, no había razón para señalar al ministro y el plan alimenticio de Cuba.
Lo que si no mencionó la periodista es a dónde va la carne de esos animales. Porque a la población solo le hablaron de comer intestinos. ¿Y el resto?
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