CDMX, México. – El 28 de mayo de 2022, un navío con 844 migrantes haitianos, entre ellos varios niños y un bebé, desembarcó en la costa de Caibarién, Villa Clara. El mismo día, otra embarcación que había zarpado de Haití con 130 personas tocó las costas de la provincia de Holguín, de acuerdo con un informe de la Cruz Roja Internacional.
Ambas noticias fueron reportadas en redes sociales por curiosos que llegaron hasta las costas y filmaron los sorpresivos arribos. Sin embargo, si bien fueron los desembarcos más visibles, no fueron los únicos.
Huyendo del caos total que hoy vive en su país, durante 2022 al menos 2212 haitianos llegaron a Cuba por error, según el reporte de la Cruz Roja. El objetivo de los migrantes era tocar algún punto del territorio de Estados Unidos para comenzar una nueva vida, pero desafortunadamente terminaron en otra Isla en crisis, donde escasean hasta los medicamentos básicos.
Tras largos viajes, los migrantes llegaron principalmente deshidratados, desnutridos y con heridas en la piel sobre todo por la exposición al sol. Algunos de ellos, debido a la mala alimentación, presentaban enfermedades gastrointestinales. Los casos más graves fueron derivados a centros de salud, aunque la mayoría de ellos estuvo en campamentos estatales con condiciones muy precarias. La Cruz Roja reconoce que “lamentablemente, aunque las instalaciones podían acogerlos, no contaban con la mayoría de los suministros necesarios, incluido el acceso al agua potable”.
Por otra parte, los haitianos, según alerta la organización internacional, pueden ser portadores de enfermedades que no están presentes en la mayor de las Antillas, como el cólera. En este sentido, las regiones con más riesgo de contagio fueron las provincias a las que más migrantes arribaron el pasado año: Guantánamo, Holguín, Las Tunas, Ciego de Ávila y Villa Clara.
La escasez y la burocracia cubanas
Aunque el reporte de la Cruz Roja reconoce que las autoridades cubanas apoyaron de forma “oportuna” a los migrantes haitianos, también señala que muchos de los suministros necesarios para la respuesta eran “escasos y muy caros”.
La organización, además, reportó que la importación de mercancías a la Isla comunista requiere un proceso muy riguroso y, aunque exista disponibilidad inmediata para enviar víveres de emergencia, no es posible hacerlo sin todos los permisos correspondientes. Los largos períodos de tiempo de gestión, señala el informe de la Cruz Roja, alteran el resultado esperado y el impacto de la ayuda enviada.
Para este tipo de asistencia, el tiempo necesario para preparar, transportar y recibir las mercancías en Cuba puede superar los tres meses. Esto es un lapso temporal demasiado largo, sobre todo si se tiene en cuenta que se trata de una emergencia.
En el caso de los kits de higiene, por ejemplo, no fueron liberados de forma inmediata porque no se disponía de todos los permisos necesarios para su entrega en el momento de su llegada.
Cuando, por fin, bordearon la burocracia, la Cruz Roja se topó con la escasez de combustible en el país, lo cual retrasó la asignación de un vehículo para transportar los kits desde el puerto hasta las filiales de la organización.
Luego de sufrir tantos percances, y previendo futuras crisis, la Cruz Roja reubicó en dos provincias orientales los artículos más utilizados en este tipo de eventos, como kits de higiene y botiquines de primeros auxilios.
A pesar de ello, no es la burocracia el principal obstáculo. El mayor reto para la asistencia sanitaria en Cuba, señala el reporte, es la escasez de medicamentos y material médico. “Los botiquines de primeros auxilios ayudan a que las sucursales dispongan de lo básico, sin embargo, la reposición de material no es posible debido a la falta de disponibilidad”.
Para poder ayudar durante la crisis de migrantes que arribaron a Cuba participaron 155 miembros (entre voluntarios y equipo) de la Cruz Roja. El costo de esta intervención fue de 46 417 francos suizos, unos 50 000 dólares.
Finalmente, luego de padecer la escasez de Cuba y la burocracia, estas más de 2000 personas fueron regresadas en aviones, con ayuda de fondos internacionales, a su país de origen, el país del que huyen por hambre y violencia.
Para el presente año, la Cruz Roja prevé que el número de haitianos que llegan a las costas cubanas accidentalmente, sobre todo al Oriente del país, seguirá aumentando.