MIAMI, Estados Unidos. — Tras el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Londres sobre la demanda presentada por el fondo CRF-I Ltd., David Charters, presidente de esa entidad financiera, calificó la decisión judicial como “una victoria completa”.
De acuerdo con la agencia Reuters, la jueza Sara Cockerill, a cargo del caso, dictaminó este martes que el Tribunal Superior británico no tenía jurisdicción para conocer el caso contra Cuba, pero sí en relación con el caso contra el Banco Nacional de Cuba (BNC).
“CRF ha tenido éxito contra BNC… al mismo tiempo, ha perdido contra Cuba”, expresó la magistrada al resumir su decisión en una breve audiencia.
Al respecto, Charters, dijo en un comunicado que CRF “sigue comprometido a encontrar una solución con Cuba que no tenga ningún impacto en su presupuesto durante al menos cinco años, reconociendo la difícil situación económica que enfrenta el país”.
Para el presidente de la entidad financiera con sede en Islas Caimán, el fallo de la jueza solo dejó fuera del pleito a Cuba como Estado, mas no al Banco Nacional de Cuba, entidad que, por demás, es controlada por el régimen de la isla.
“El BNC era el Banco Central de Cuba y sigue siendo responsable de administrar estas deudas cubanas impagas”, señaló el directivo.
“Cuba ganó un punto técnico en este juicio que ya hemos subsanado y no esperamos que este tema afecte el resultado final, que es una victoria completa para CRF”, agregó Charters.
Aunque la propaganda estatal cubana celebró el fallo judicial asegurando que “la República de Cuba está fuera del pleito”, el informe judicial sobre el caso señaló que el proceso seguiría adelante contra el BNC.
Una nota firmada por el vocero del régimen Humberto López —integrante de la comitiva cubana que asistió a la audiencia realizada en enero— en el portal digital Cubadebate y compartida por los medios oficialistas señala que “CRF es un extraño en los instrumentos financieros que reclamaba contra Cuba y no le asistía el derecho a establecer la demanda en Londres; la República de Cuba es, por tanto, inmune a la jurisdicción inglesa y no tiene obligación alguna de responder con su patrimonio ante esta demanda”.