LA HABANA, Cuba. – Pablo Miguel Echavarría Suárez, un conductor habanero víctima de un intento de robo con violencia, acudió a CubaNet para denunciar la existencia de una banda criminal que opera en la barriada de La Jata, municipio de Guanabacoa.
El pasado día 20, alrededor de las 6:30 de la tarde, Hechavarría Suárez fue asaltado por individuos que, bajo la fachada de vendedores de una mipyme, habían contactado a un amigo suyo interesado en comprar cigarros y otros productos.
Los presuntos comerciantes citaron a sus víctimas en el semáforo de El Mikyto, en Guanabacoa. Desde allí los condujeron por la carretera La Lima hacia un terraplén apartado, detrás del cementerio de los judíos, donde esperaban otros cómplices.
“Llegamos a una casa, allí se bajaron y fueron por atrás a cuadrar el robo con otros tres. Al regresar nos dicen que tuvieron que mover la mercancía porque había una patrulla de policías dando vueltas; se montan de nuevo y cuando vamos a salir uno me agarra por el cuello y el otro saca un cuchillo”, cuenta Hechavarría Suárez.
En medio del atraco ―explica―, aceleró el vehículo contra una loma de escombros y malezas. El choque descolocó a los agresores y comenzó una pelea que culminó con uno de los delincuentes sometido. El que logra escapar fue en busca de los cómplices que acudieron a rescatarlo, pero desistieron al ver que la algarabía había llamado la atención de los vecinos.
En pleno asalto la segunda víctima pudo llamar a la policía y pedir ayuda. Sin embargo, los agentes del orden llegaron cuando ambos se dirigían a entregar al prisionero, identificado como Yoandry Bárbaro Barcárcel Escarra, y levantar la denuncia. Según informó Hechavarría Suárez, en la estación policial fue acusado de lesiones y debió pagar una fianza de 1.000 pesos para poder marcharse.
“Me tuve que defender y ahora resulta que soy el acusado, aquí todo lo hacen al revés”, dijo el hombre, quien además cuestionó el trabajo de la Policía en el enfrentamiento a la delincuencia. “Todo el mundo sabe que es una banda de La Jata, ya tienen a dos presos; no entiendo cómo es que no pueden sacarle los nombres de los que faltan”.
De acuerdo con el entrevistado, en el mismo sitio han ocurrido varios hechos similares. A raíz de una publicación que hiciera en Facebook para denunciar la tibieza de las autoridades en el asunto, recibió al menos tres comunicaciones de otras víctimas de robos con violencia ocurridos en la misma zona y con el mismo modus operandi.
“A unas personas de Oriente los ‘encuadrillaron’ y les quitaron 600.000 pesos, pero además los lesionaron. De Pinar del Río me llamaron otros que también se salvaron y pudieron coger a uno de los asaltantes; lo tiene la Policía y nada, los demás siguen sueltos”, señaló Hechavarría Suárez.
El grupo se compondría de al menos 12 integrantes, resalta, atendiendo a informaciones que, en busca de descubrir la identidad de alguno de los miembros, ha logrado recopilar con vecinos del lugar donde siempre ocurren los asaltos.
“¿Si lo saben los vecinos cómo no lo va a saber la Policía? Lo que pasa es que hacen tremendo mal trabajo, que no les importa. Para que se pongan para esto primero tiene que haber un muerto, parece. Quiero divulgar lo más que pueda esta situación, y crear una alerta para que más nadie caiga en lo mismo”, puntualizó.
Guanabacoa se ha convertido en uno de los epicentros de violencia en la capital, a pesar de que no existen estadísticas públicas sobre el tema. En enero pasado, fuerzas policiales detuvieron en el reparto Chibás a una banda cuyos integrantes se hacían pasar por vendedores de dólares para atraer a sus víctimas, antes de amenazarlas con armas de fuego y robarlas.