MIAMI, Estados Unidos. — El acoso y persecución contra activistas y opositores al régimen cubano no se detiene. Yordanka Battle, una joven que fue despedida de su centro de trabajo hace varios meses por sus críticas a la dictadura asegura haber sido víctima de ofensas y tratos denigrantes en plena vía pública.
En una publicación colgada en Facebook, la joven indicó que si bien recibe diariamente apoyo y cariño de muchas personas, otras le han llegado a señalar con insultos racistas y discriminatorios
“Siempre he dicho que a mí me hicieron ´influencer a la fuerza”, pero que soy una mujer común y corriente. A veces a mi madre le da ´cosita´ cuando las personas me saludan por la calle. A mí también me avergüenza un poco, pues no soy ningún celebridad ni nada parecido. Una vez hubo hasta quien me pidió tomarse una foto conmigo. También personas me han ofendido en la calle diciéndome ´negra gusana´, pero como bien dice un dicho: en la viña del Señor hay de todo”, escribió.
A pesar de las dificultades, Battle aseguró que se queda “con el cariño del cubano de a pie”, que, jocosamente, la llaman “timbalúa”.
“Al final, todos lo somos, porque pa vivir en Cuba con la jugada apretadísima hay que serlo. Yo lo único que he hecho son dos cosas: hablar alto de lo que todos hablan bajito en las colas y las paradas; y exigir y hacer valer mis derechos como ser humano”, expresó.
La joven añadió que los cubanos “estamos tan acostumbrado a que nos pisoteen, que cuando alguien hace lo contrario, marca la diferencia”.
El pasado 15 de febrero Yordanka Battle fue víctima de un interrogatorio en la estación policial de Zapata y C, ubicada en el barrio habanero del Vedado.
Tras salir del lugar, la activista ofreció detalles sobre el encuentro con agentes de la policía y subrayó que ella nunca debió ser citada, pues no cometió delito alguno.