MIAMI, Estados Unidos. – El periodista Mauricio Vicent, corresponsal del peródico español El País y la Cadena SER en La Habana, falleció este domingo en Madrid a los 59 años, debido a una crisis cardiorrespiratoria precipitada por un ataque de asma, informó el propio diario El País.
Vicent estuvo más de 20 años en Cuba como corresponsal del principal periódico en español del mundo. En la Isla, además, conoció a su mujer y tuvo dos hijos.
En 2011, el Gobierno cubano revocó su credencial de prensa. Vicent había cubierto importantes acontecimientos en la Isla, como la crisis de los balseros en 1994, el proceso de reformas económicas de los años 90, el histórico viaje del papa Juan Pablo II en 1998, y la muerte de Fidel Castro y su sucesión.
“Mauricio era el extraordinario periodista que fue, cargado con la vieja ética del oficio y la capacidad para ver más allá de lo evidente y saber trasmitirlo. Y, por supuesto, como la buena persona y amigo que fue. Como una persona decente”, dijo a El País el escritor Leonardo Padura.
“Se movía como pez en el agua en su querida Habana”, recordó Isabel García Zarza, periodista y antigua corresponsal de la agencia Reuters en Cuba. “Sabía explicar como nadie, contando entre líneas, tirando de humor y de sorna, la complejísima realidad cubana. Nadie como él para descifrar e interpretar lo que pasaba en Cuba, un país que amaba locamente”.
Por su parte, el músico y crítico Diego A. Manrique destacó su conocimiento de la música cubana: “Tenía mucha calle. ¡Calle habanera! Se manejaba tanto en los barrios marginales como en círculos más exclusivos. Tenía acceso a la alta bohemia cubana, especialmente a los círculos del jazz cubano, músicos muy cosmopolitas que se construyeron sus propios espacios de libertad”.
De acuerdo con El País, la amplitud de su labor periodística no se limitaba a la política. Además de ser un experto en la música cubana, el reportero tuvo una notable carrera como escritor y cineasta, colaborando con el fotógrafo Francis Giacobetti en el libro de entrevistas Los compañeros del Che, y dirigiendo el documental Baracoa 500 años después en 2011.
La figura del corresponsal español siempre fue criticada por sus colegas de la prensa independiente, por “edulcorar” la realidad cubana u omitir información indispensable para comprender la represión en la Isla.
En 2021, la analista cubana Miriam Celaya calificó su artículo “Cuba y Estados Unidos vuelven a los tiempos de la confrontación” como un ejemplo de “periodismo de las medias verdades” y lo consideró “un inexplicable desliz de tan experimentado escribidor”.
En el mismo texto, la periodista cubana también criticó a Vicent por referirse al traslado forzoso de Luis Manuel Otero Alcántara al hospital, en mayo de 2021, y evitar denunciar que se trató en realidad de un secuestro.
“También Vicent elude la mención de los arrestos ilegales, las reclusiones domiciliarias, el acoso policial a activistas y disidentes así como todos los hechos violentos relacionados con la huelga de hambre y con el posterior secuestro de Otero”, sentenció Celaya.
Asimismo, la periodista dijo que Vicent era “pródigo en epítetos cuando de condenar al gobierno de EE.UU. se trata[ba]”, pero parecía “sufrir un súbito empobrecimiento del lenguaje” cuando se refería “a las flagrantes violaciones de los derechos humanos en la Isla, como si la existencia del tan socorrido “bloqueo estadounidense” ―que sin dudas afecta a todos― justificara la represión policial y la ausencia de derechos de los cubanos”.
“Los cubanos comunes y los disidentes, los que en verdad sufrimos tanto las presiones del embargo como la represión y las vueltas de rosca de la dictadura, ni siquiera figuramos como sujetos políticos en el imaginario de Vicent”, sentenció la periodista.