MIAMI, Estados Unidos. — El 18 de junio de 1926 murió en La Habana el patriota cubano Carlos Baliño, quien fundara junto a José Martí en 1893 el Partido Revolucionario Cubano (PRC).
Nacido el 13 de febrero de 1848 en Guanajay, actual provincia de Artemisa, Baliño vivió durante su infancia y juventud en Cuba, aunque no logró culminar sus estudios en la Isla.
Ante la imposibilidad de encontrar trabajo en La Habana, se traslada a los Estados Unidos en la década de los sesenta del siglo XIX. Vivió en Cayo Hueso, Tampa, Nueva York y Nueva Orleans.
Carlos Baliño comenzó a desarrollar su actividad revolucionaria en 1869. En Cayo Hueso fue vocal del Gremio de Escogedores, participó en el movimiento obrero y colaboró en El Yara. En Tampa contribuyó a fundar Ibor City. Además, fue cofundador, junto a Ramón Rivero, del primer gremio obrero, Caballeros del Trabajo, y fundó dos logias.
Durante buena parte de su vida en Estados Unidos desarrolló una intensa labor de propaganda política junto a José Martí y a otras figuras de la emigración, tanto en las organizaciones e instituciones que fundó como en las que colaboró, como en la prensa y en la tribuna, algunas de cuyas participaciones fueron recogidas en el Periódico Patria, fundado por el Apóstol, y donde se enriqueció con la experiencia del trabajo como obrero tabaquero.
En 1898 tras finalizar la guerra contra España retornó a Cuba. A partir de entonces, sus ideas comenzaron a girar en torno al marxismo. En 1902 publicó artículos en la prensa contra los abusos económicos. Por esta época continúa
Durante los primeros años de la República continuó su actividad política, sobre todo en la organización del Partido Obrero (1904) —transformado a instancias suyas en Partido Obrero Socialista— y con sus trabajos en La Voz Obrera, órgano del partido, donde publica un artículo en apoyo a la revolución rusa de 1905.
En 1906 firma el acta de constitución del Partido Socialista de Cuba, surgido de la refundición del Partido Obrero Socialista y de la Agrupación Socialista Internacional, creada también con su contribución. Siendo miembro de la Agrupación Socialista de La Habana, en 1910 llega a tomar su presidencia sustituyendo a Ramón Belmonte, después que fueron expulsados del país los obreros más destacados en la Huelga del Alcantarillado de La Habana.
Colaboró en El Socialista, órgano de la referida Agrupación, y en publicaciones como El Productor, El Obrero Cigarrero, Justicia y Lucha de Clases, del que fue también director. A partir de 1919 reorganiza los pequeños grupos socialistas en agrupaciones comunistas.
En 1922 ocupó la dirección de Espartaco, el cargo de corrector de pruebas del Boletín del Torcedor y de la revista Juventud, dirigida por Julio Antonio Mella, a quien había conocido ese mismo año en la imprenta en que se editaban ambas publicaciones. Fundó junto a Mella y otros militantes en 1925 el primer Partido Comunista de Cuba.