LA HABANA, Cuba. – “Soy más yo misma cuando soy otra persona”, solía decir la famosa actriz Ingrid Bergman cuando le preguntaban sobre su decisión de convertirse en estrella de cine. La inolvidable protagonista de filmes como Casablanca, Por quién doblan las campanas y Asesinato en el Expreso de Oriente, era extremadamente tímida, una cualidad solo superada por su pasión por el teatro.
Tras una infancia y adolescencia marcadas por la muerte de sus padres, Ingrid buscó refugio en las artes escénicas, con tan buena suerte que, luego de haber participado en una obra como extra, fue elegida entre cientos de candidatas para estudiar en The Royal Dramatic Theater, gracias a un breve examen donde sobresalió por su seguridad e impertinencia.
Después de protagonizar varias películas en su Suecia natal, se dirigió a Alemania, donde participó en varios proyectos e incluso fue abordada por Joseph Goebbels ―ministro de Propaganda del Partido Nazi―, quien le propuso hacer filmes para el Tercer Reich, a lo cual la actriz se negó.
Continuó actuando en Suecia y finalmente se trasladó a Estados Unidos, donde recibió su primera nominación a los Premios Óscar por su papel en la cinta Casablanca, junto a Humphrey Bogart, uno de los clásicos del cine de los años 40. Esa década fue fructífera para Ingrid, con varias nominaciones y premios que engrosaron su palmarés en medio de una feroz competencia por consolidarse en la meca del cine.
La década de 1950 estuvo marcada por su relación con el director italiano Roberto Rosellini. Lo que había empezado como un proyecto profesional, terminó convirtiéndose en un tórrido romance. Fue tal el escándalo en Estados Unidos que la actriz debió mudarse a Italia, dejando atrás a su primer esposo y la hija que tenían en común.
Pese a los ataques a su vida personal, Ingrid Bergman continuó el ascenso hacia la fama al conquistar su segundo Óscar y el Globo de Oro con el filme Anastasia, de 1956.
Conquistó diversos lauros y un tercer Óscar en 1974, en la categoría de Mejor Actriz de Reparto por el largometraje Asesinato en el Expreso de Oriente, que también la hizo acreedora del BAFTA.
Ingrid Bergman, quien nació y murió un 29 de agosto, figura en el selecto nicho de las actrices que han merecido tres premios de la Academia, una hazaña que fue igualada por Meryl Streep en 2012 y Frances McDormand en 2021. En el Olimpo del séptimo arte, con cuatro estatuillas, sigue reinando la insuperable Katherine Hepburn.