LA HABANA, Cuba.- “En Cuba no hay Nochebuena para el pueblo. Todo está muy caro y no tenemos dinero. Fíjate que por la cartilla de racionamiento de la bodega en este mes solo han vendido dos libras de arroz”, dice Victoria Nodales Espinosa quien cobra una pensión de 1.578 pesos mensuales.
“Ese dinero es muy poco y yo paso hambre. Lo que yo gano vendiendo caramelitos y cigarro solo me da para comprar el plato de comida diario y a veces me acuesto sin comer. Hace tiempo no como pizza porque cuesta 100 pesos. La Nochebuena se celebra fuera de Cuba, pero aquí no. La mayoría de los cubanos no tenemos dinero para comprar comida para hacer Nochebuena”, afirma la señora.
Rolando Bandera Ochoa es un jubilado que viene al parque a “despejar la mente” por el agobio de la suma de problemas que tiene sin resolver. “Hace tanto tiempo que no celebro la Nochebuena que ya se me había olvidado. Pero ni pensar en eso. Los precios están tan altos que uniendo mi pensión con el salario de mis dos hijos no nos alcanza para los gastos diarios. Solo los ricos pueden celebrar la Nochebuena en este país”, asegura.
En Cuba el dilema de celebrar va más allá de la alimentación. “Si tuviera dinero en vez de festejar Nochebuena lo gastaría en reparar mi casa que se está derrumbando. Cómo voy a celebrar si cada vez que llueve mi familia se moja por las goteras del techo”, pregunta Martha Pérez Oramas.
“No hay nada para la Nochebuena, está mala la cosa. La tradición es comer carne de cerdo asada como plato principal, pero la libra está a 650 pesos que es un nuevo récord en este país. La mayoría de los cubanos no podemos pagar la carne tan cara. Tendremos una Noche mala, una noche mala”, dice Félix Paneque Arévalo, un trabajador por cuenta propia.
La deplorable situación económica de Rafael Salazar Padilla lo ha obligado a salir a la calle a vender un juego de piyama en 150 pesos. “Yo no celebro la nochebuena, yo no tengo esa posibilidad.
La carne de cerdo esta carísima, la libra de arroz a 210 pesos, la de frijol a 450, un litro de aceite 610, un paquete de pollo de 10 libras 3150 pesos y una lata de cerveza 220. Con mi pensión de 1.520 pesos mensuales no puedo comprar nada. ¿Cómo voy a celebrar la nochebuena si solo tengo para comer un poquito de arroz y un pedacito de boniato que compro en un comedor cuando tengo dinero?.
Me gustaría celebrar, pero no puedo, no tengo esa posibilidad. Hay gente que roba para festejar, yo prefiero ganarme el dinero honradamente, limpiando una casa o planchando”, dice Salazar Padilla.
Jubilada del sector del comercio, Rosa Arévalo Rodríguez tampoco podrá festejar. “¿Tú crees que con una chequera de 1.500 pesos se pueda hacer algo?. Trabajé 39 años y no he visto el resultado de mi aporte. Todo está muy caro. Tengo a mi mamá postrada y mi hermana se quedó cuidándola para yo venir a cobrar el dinero. Para nosotros no es nochebuena, es noche mala, noche mala”, repite.
Marilú Pérez Macías lamenta que con la desaparición de las tradicionales festividades también se han perdido valores. “La tradición se mantiene lo que económicamente la mayoría del pueblo cubano no puede seguirla. Es una lástima porque son fiestas bonitas, familiares que propician la unión, la armonía, el equilibrio en la familia”, reflexiona.
Sin embargo, Hernán Zaldívar Batista, un trabajador estatal, no pierde las esperanzas. “Por el momento no tengo nada, pero a lo mejor sucede algún milagro y me pone algo en el camino. Es triste pasar una nochebuena sin nada que comer como estoy ahora. Lo único que nos queda es rezar a la espera de un milagro”, dice.
Hay personas que dan rienda suelta a la nostalgia recordando la abundancia para celebrar la Nochebuena en Cuba antes de 1959. “Yo me acuerdo que en aquel entonces en la Nochebuena hasta los más pobres comían cerdo asado. Había peras, manzanas y de todo tipo de frutas”.
“Hace más de 60 años que en este país no hay Nochebuena así. Y esto no es nada, la cosa se pondrá peor el año que viene con las nuevas medidas que anunció el Gobierno”, dice Mauricio González Méndez refiriéndose a la implantación del régimen cubano de un plan de choque económico en 2024 que incluye el aumento de los precios de los combustibles, la electricidad, el agua y otros servicios, así como el fin del subsidio universal a la canasta básica.
Por su parte Migdalia Herrera Zaragosa rememora esta época del año en la Cuba capitalista cuando se celebraba sin importar el estatus social. “Todo el mundo festejaba, hasta lo más pobres. Había de todo y para todos los bolsillos. Era una verdadera celebración que unía al pueblo cubano. Desde hace mucho tiempo la noche del 24 de diciembre es muy oscura y sin nada de buena”, dice la mujer.
Con un tono pesimista, Conrado Fonseca Mendoza opina: “La celebración de la nochebuena pasó a la historia en este país. Eso aunque se celebre ya no es igual. No tiene sentido, ya no es lo mismo. Eso ya no existe aquí, ya eso se acabó, hace años se acabó, ¿qué nochebuena va a haber con la escasez y la miseria que tiene este país?”, se pregunta.
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