El zurdo oriental sentó números discretos durante tres campeonatos nacionales, de manera que pocos hubieran pronosticado entonces que podría llegar a lanzar en el mejor béisbol del mundo. 

García salió de Cuba en una embarcación con rumbo a México en agosto de 2010. Tras una serie de dificultades durante el proceso migratorio y la documentación, terminó en el draft amateur en 2012, en el cual fue seleccionado por los Dodgers en la tercera ronda. Un año más tarde, luego de buenos guarismos como relevista en Menores, tuvo lugar su bautismo de fuego. 

Pero todo sea dicho: solo lanzó un inning y un tercio, y tras pasar por la organización de los Medias Blancas de Chicago, recaló en la de los Reales de Kansas City y estos lo devolvieron a la Gran Carpa en 2017, con seis entradas de brega.

A fines de ese año se desvinculó del sistema de Grandes Ligas y lanzó en Japón y México.

El siniestro integró el equipo Cuba que finalizó en el cuarto lugar del Clásico Mundial celebrado en 2023.

El infielder fue uno de los puntales ofensivos de aquella generación avileña que a inicios de este siglo comenzó a clasificar asiduamente a las postemporadas cubanas. Desde la tercera base, Adonis se ganó su fama a palo limpio, sobre todo en las últimas tres de sus siete temporadas en Cuba.

Ello le valió el llamado a las preselecciones nacionales y la participación en eventos internacionales como el torneo celebrado en Rotterdam en 2009, donde fue uno de los mejores efectivos de la alineación.

Al año siguiente salió del país y tras un periplo en el que recorrió varios territorios, llegó a Estados Unidos a inicios de 2011. Una vez superados los problemas de documentación firmó en 2012 con los Yanquis de Nueva York, aunque previamente ya había defendido a los Navegantes de Magallanes en el certamen venezolano y también en la Serie del Caribe.

Con los Bombarderos del Bronx no cumplió las expectativas en Menores y estos decidieron liberarlo. Luego fue contratado por los Bravos de Atlanta, y en esa entidad de la Liga Nacional le llegó la oportunidad de estrenarse en la Gran Carpa. 

Con los de la División Este vio actividad por primera vez en MLB en 2015 y un curso después se convirtió prácticamente en un jugador de todos los días, pero no pudo aprovechar de la mejor manera aquellas chances. Después de un 2017 bastante flojo, la gerencia optó por despedirlo.

El jugador de cuadro capitalino enseñó cualidades desde las categorías menores, pero en sus cuatro contiendas nacionales (2000 a 2004) no gozó de las oportunidades que esperaba y su rendimiento se tradujo en altibajos.

En septiembre de 2004 salió en una embarcación rumbo a Estados Unidos y un año más tarde entró al draft amateur, en el cual fue seleccionado en la segunda ronda por los Bravos de Atlanta. Tras dejar buenos números en las Menores fue subido a Grandes Ligas en 2007, y desde esa fecha estuvo durante 11 cursos seguidos en la mejor pelota del orbe, donde además vistió las franelas de Azulejos de Toronto, Rays de Tampa Bay, Nacionales de Washington y Angelinos de Los Ángeles.

“El Gambao” puede presumir de haber sido uno de los peloteros cubanos más consistentes dentro de las Mayores en el actual siglo al acumular más de 1400 partidos, batear más de .300 en tres campañas, pegar 1501 hits y finalizar con un excelente promedio de bateo de .282. 

Como dato curioso, en cinco ocasiones compiló de 5-5 en un partido, hazaña que desde el año 2000 tiene como máximos realizadores a Johnny Damon e Ichiro Suzuki, con siete per cápita.

Zurdo de buen control, trabajó en siete Series Nacionales con las escuadras de los desaparecidos Vaqueros de La Habana, Mayabeque, Industriales e Isla de la Juventud, en los dos últimos casos en calidad de refuerzo. Durante aquella etapa dejó números decentes, sobre todo en cuanto a promedio de limpias y ponches, pero su nombre no llegó a resonar tanto como el de otros atletas de su generación.

Tras su última campaña en Cuba (2013-2014) estableció su residencia en Haití y luego se dirigió hacia República Dominicana, donde los Orioles de Baltimore se hicieron de sus servicios en mayo de 2015. Con dicha franquicia debutó un año más tarde en MLB y en esa misma contienda fue cambiado a los Marineros de Seattle.

Con los del Oeste de la Americana empezó como abridor en 2016 y se asentó en la rotación durante el año 2017, pero no pudo mantener rendimientos estables y fue liberado tras pocas entradas lanzadas en el campeonato de 2018. 

Después se fue a jugar en el béisbol asiático y allí tuvo un periplo por Japón, Taipei de China y Corea del Sur. En ese último certamen fue elegido mejor pitcher y jugador más valioso en 2021. 

El matancero fue uno de los peloteros de mejor tacto en Cuba durante finales de la primera década del siglo e inicios de la segunda, y uno de los baluartes en el resurgir de aquellos Cocodrilos bajo la égida de Víctor Mesa. Brilló con el madero en el III Clásico Mundial, donde bateó más de .500 de average y no llegó a ser retirado jamás por la vía del ponche. 

En 2015 fue suspendido tras intentar salir ilegalmente, pero a finales de ese propio año concretó su plan y se estableció en República Dominicana, donde intervino en la liga rentada más fuerte de esa nación.

En enero de 2017 se oficializó su firma con los Dodgers, y al año siguiente llegó a Los Angelinos de Los Ángeles, con los cuales debutó al máximo nivel.

En su único curso a ese nivel disputó solamente 36 choques y no dejó números que impresionaran a la gerencia del Oeste de la Americana, que lo dejó marchar a finales del mismo 2018.

Tras su salida del sistema de Grandes Ligas estuvo durante cuatro contiendas en la principal liga coreana y allí brilló como uno de los mejores bateadores del circuito.

El capitalino destacó como bateador de poder con Industriales a inicios de la pasada década. Su facilidad para sacar pelotas del parque y remolcar compañeros hacia el home fueron motivos más que suficientes para que se colara en el roster del elenco que asistió al III Clásico Mundial en 2013, ocasión en la que acaparó muchos reflectores a partir de un notable rendimiento ofensivo. 

Con ese momento importante en su currículo, “El Tanque” salió del país en 2014 y estableció su residencia en Haití. Luego se trasladó a República Dominicana, donde los Diamondbacks de Arizona le extendieron un contrato multimillonario, y en 2015 lo llamaron para que tuviera su bautismo de fuego en la Gran Carpa, donde se afianzó como un efectivo importante del equipo durante sus dos primeras contiendas (en la última de esas pegó 31 batazos de vuelta completa). 

Luego perdió protagonismo por obra de las lesiones y volvió a MLB durante pocos partidos en 2017 y 2019, pese a acumular buenos guarismos en AAA, hasta que llegó a la agencia libre a finales de 2020. Finalmente pasó a la organización de los Nacionales de Washington, pero no volvió a las Grandes Ligas.

Regresó a la Serie Nacional el pasado año con Industriales y disputó la postemporada. Actualmente aparece en la preselección del equipo azul para la venidera justa.