MIAMI, Florida, 22 de febrero de 2013, Redacción, 173.203.82.38.- Unos 70 jóvenes militantes procastristas lograron ingresar anoche al auditorio de la librería Cultura de Sao Paulo, donde Yoani Sánchez presentaba su obra Desde Cuba, con Cariño, y empezaron a gritar proclamas en contra de la periodista, acusada de “mercenaria” y “agente de la CIA”, según reportaron medios de prensa latinoamericanos.
La protesta provocó la reacción de los simpatizantes de la bloguera, que se pelearon con los manifestantes. Tras el incidente, los manifestantes aceptaron participar en el debate, y formularon varias preguntas a Sánchez.
Uno de los jóvenes preguntó por qué no hay en Cuba grandes movilizaciones populares contra el gobierno. “Quizás ellos no quieran que les pase lo mismo que a Yoani Sánchez”, contestó la bloguera, que critica al gobierno cubano a través de su blog.
La “tregua”, sin embargo, no duró mucho tiempo. El grupo procastrista reanudó sus gritos de protesta, que hizo que los organizadores decidieran terminar el debate y no realizar la sesión de autógrafos programada.
Al comentar las protestas, Sánchez aseguró que interpreta los actos como una muestra de la “pluralidad” política existente en Brasil, pero también criticó la agresividad de algunos de los manifestantes: “Impedir a las personas de hablar no es democracia ni pluralidad. Es fanatismo”, enfatizó.
También, la jornada anterior, la activista criticó en Sao Paulo el silencio del gobierno de Brasil sobre los derechos humanos en Cuba y pidió más dureza al gobierno de Brasilia. Sánchez reclamó “una posición más enérgica” del gobierno brasileño, que “ha estrechado sus vínculos” con La Habana durante los dos gobiernos del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) y su sucesora Dilma Rousseff.
“Los cubanos estamos bastante acostumbrados a sentirnos abandonados en ese tema por parte de la comunidad internacional”, enfatizó.
La gira mundial de la bloguera cubana recién se inicia. Un periplo de 80 días la llevará por países europeos, latinoamericanos y tocará los Estados Unidos, donde vive su hermana, en Miami, según comentó la propia activista.