LA HABANA, Cuba, 6 de marzo, 173.203.82.38 – Chavez ha muerto: ¿y ahora qué? En las calles de La Habana, la gente parecía no querer entender que el “divo petrolero, había muerto. La televisora Telesur, ofrecía la noticia en clave de panegírico dedicados al fallecido.
A medida que la información caló entre los ciudadanos, la primera reacción fue llegar a casa para ponerse a recaudo. Un ambiente de toque de queda se abatió sobre las calles. Por primera vez en los últimos años, el espacio televisivo “Mesa Redonda” batió record de audiencia, aunque con más preguntas que respuestas.
En las esquinas más céntricas, aparecieron individuos corpulentos y vestidos de civil en las bien conocidas motos Suzuki de la Seguridad del Estado. El transporte público comenzó a mermar. En los ómnibus, un silencio de muerte, cada pasajero venía pensando en su futuro inmediato. Los de más de treinta años, evocaban la dura situación de los años noventa del pasado siglo. No olvidan como sus padres se quitaban la poca comida para dársela a ellos. Recordaban los apagones de más de diez horas y los desmayos en los matutinos en la escuela primaria.
Hoy, mientras escribo este texto, escuché: “A recogerse que viene otra vez el Periodo Especial”. “Ahora sí que hay que buscar cualquier manera de irse de este puñetero país, no voy a aguantar otra crisis como la que pase cuando era casi un niño”. “¿Y cuándo falte el petróleo y empiecen los apagones, que van a hacer con todas esas cafeterías y negocios particulares? ¿Dónde van a meter a toda esa gente que quedó fuera de su trabajo?”. “Venezuela no es la Unión Soviética, ahora la cosa se va a poner peor”. “Preparémonos para pasar hambre”.
Ahora, cuando “Santa Bárbara truena” y se espera la debacle, no hay a quien echarle la culpa de lo que vendrá. El imperialismo no invento el cáncer. La burbuja económica del populismo chavista, tendrá que ser desmontada por los herederos del chavismo. Los que hoy se manifiestan a favor de la continuidad de un “chavismo en ausencia”, pudieran ser los artífices del tiro de gracia a sus beneficiarios en el poder.
En Cuba, la expectativa para las próximas semanas es poco esperanzadora. El cubano de a pie intuye que estos quince años de subsidio chavista han sido un sueño que está a punto de convertirse en pesadilla.