“Tenemos claras indicaciones de que se podrían haber usado armas químicas en Siria, pero no información consolidada de quién las ha usado”, declaró hoy Rasmussen en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg en Oslo.
El hecho de que no haya pruebas definitivas justifica la necesidad de que los inspectores de la ONU tengan acceso “completo y libre” en Siria, resaltó el dirigente de la Alianza Atlántica.
Rasmussen reiteró que la OTAN no planea ninguna operación militar en Siria, sino que apuesta por el diálogo político entre las partes, y urgió a la comunidad internacional a apostar por esa vía ante una situación humanitaria “deteriorada” en la que se ven cosas “indignantes”.
“Creemos que el camino correcto es una solución política”, afirmó Rasmusen, quien mostró no obstante el compromiso de la Alianza en la protección de la población y territorio turcos.
Siria fue uno de los temas de una reunión previa entre Rasmussen y Stoltenberg, que también discutieron otros asuntos como Afganistán, Somalia y la modernización de la OTAN.
En una cumbre bilateral celebrada ayer entre el presidente ruso Vladimir Putin y el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, ambos países acordaron celebrar una conferencia internacional sobre Siria, con representantes del oficialismo y de la oposición, que tendría lugar a finales de mayo.