LA HABANA, Cuba, mayo, 173.203.82.38 -El pasado 9 de mayo se hizo una presentación de la revista P350, en la vieja casa de El Vedado donde funciona el proyecto independiente Cristo Salvador Galería, que coordinan Otari Oliva y Jazmín Valdés, y que tiene ya en su haber un trabajo artístico notable, aunque modesto por la esencia misma de su concepción.
P350 resulta difícil de definir en todo sentido. Puede llamársele revista por cuenta propia, revista alternativa, revista collage, pero incluso puede no llamársele siquiera revista. Cada número es un ejemplar único que no se distribuye, y eso significa que el alcance a un gran número de lectores no entra en el concepto de sus realizadores. Además, el papel utilizado es el de cartuchos de cemento Portland P350, y de ahí el nombre. Lo fundamental es que, sobre ese humilde material, puede fraguar la creación abierta en todas direcciones, sin distinción de credo artístico.
En el impreso para la presentación podemos leer: “P350 es un soporte físico, una revista o block creativo con colaboraciones abiertas, un trabajo en progreso. La variedad de números que conforman ya la colección deja ver la diversidad de intereses y la creatividad de las personas que colaboran con este proyecto. Los números no se venden, circulan de mano en mano y los modos de realización son disímiles: esténcil, poesía visual, caligrafía, collage, garabatos…, lo que la convierte en un objeto atractivo en sí mismo. Puedes encontrar en sus páginas desde un poema de Artaud hasta un ticket de ómnibus. Es una publicación con cierta propensión al collage y al corto circuito”.
Aunque son muchos los colaboradores —escritores, actores, bailarines, artistas plásticos, críticos de arte—, los tres principales gestores del proyecto son el artista plástico Yornel Martínez, el poeta y traductor Omar Pérez y el ilustrador y escritor Amílkar Feria. Según este último, “a veces uno quiere decir y hacer cosas para las que no existe un espacio preciso; cosas de todos los días, extrañas, fugaces, que casi siempre terminan por perderse en los registros de la memoria. Sobre un envoltorio de material para la construcción (cemento), estas ideas comienzan a «fraguar», terminando por ser «edificantes»”.
Yornel Martínez, el más joven de los tres, graduado del Instituto Superior de Arte en 2007, nos cuenta cómo “la idea de este proyecto surgió con Omar Pérez, conversando sobre el tema de las publicaciones, y comenzamos espontáneamente a limpiar los sacos de cemento que la gente bota. Les cortábamos el fondo y ya teníamos un soporte idóneo sobre el que se podía trabajar, seis páginas de un papel con tremenda calidad”. Y puntualiza:
“Ese soporte es lo más importante, por la homogeneidad que le da a todos los números, pero cada uno con un criterio de ejemplar único. Es un trabajo que se queda quizás a medio camino entre una revista, una publicación seriada y un libro de artista. El término revista es un poco pretencioso, porque cualquiera piensa en la serialidad. Esto es un objeto más crudo, un block creativo, una publicación alternativa manufacturada. Estamos enfocados en sostener una colección. Ya tenemos casi sesenta números”.
Debe aclararse que se trata de un grupo de gente que colabora de manera natural y abierta, sin consejo editorial ni director. “P350 es básicamente un soporte que nosotros utilizamos para un block creativo”, dice Yornel, “aunque le llamamos revista. Hay total libertad para editar, cortar, pegar, poner, quitar o borrar. Cada cual puede hacer su propia revista”.
Esta presentación en el espacio de Cristo Salvador Galería es la tercera de P350 y siempre se intenta hallar un sitio que responda a la idea con que está concebida la revista. La primera fue en la sede del grupo de teatro El ciervo encantado, en agosto de 2010, donde ofrecieron un recital de poesía Omar Pérez, Luis Eligio e Ítalo Expósito, y los actores del grupo de teatro realizaron un performance, además de que se mostraron algunos números de revistas que en algún momento fueron censuradas o dejaron de publicarse por falta de recursos o por cualquier otra razón. La segunda presentación se hizo en el Museo de Arte Contemporáneo de Pinar del Río, junto con una exposición plástica, en abril del 2011.
Pero Yornel insiste en que se trata de una revista de poesía: poesía entendida como esa fuerza primaria y sutil inherente a todo acto creativo. No una revista de poesía cubana, ni de un grupo determinado de poetas. No hay orientación ideológica a priori, no se da primacía a credo alguno, a una estética o ética específicas, como tampoco se intenta sentar algún manifiesto.
“A veces me cansa la falta de inmediatez que hay en las publicaciones nacionales”, dice Yornel Martínez. “Creo que una revista debe ser una cosa más fresca, donde la noticia esté actualizada. Las revistas aquí salen a veces con tres meses de atraso, completamente desfasadas de lo que está sucediendo y esto se siente. Por otro lado, creo que, si una revista debe hacer algo, es mantener frescura en la visualidad, en el diseño. La mayoría de las publicaciones nacionales cada vez son más encartonadas y no creo que sea por falta de creatividad de los diseñadores. A veces están abarrotadas de textos o son picotillos de información o hay artículos muy dispares. Muy pocas revistas en Cuba han logrado un perfil visual, estético, como Orígenes, Naranja Dulce y otras pocas”.
Hojeando el disperso montón de números de P350 —manufacturado cada uno por un pintor, un escritor, un grafitero o hasta un blogger— uno puede encontrar lo mismo un poema inédito de un joven poeta, un anuncio de clases de yoga, un texto de ficción, la letra del año, un testimonio personal, una entrevista a Lezama recortada de alguna publicación o un fragmento de una vieja revista desaparecida. De hecho, Yornel se dedica a coleccionar números de revistas como Albur, El antidiestro, Enema o Naranja dulce, que, como él dice, “por algún motivo «se fueron del parque»”. Debido a eso, asegura, “P350 es también un homenaje a esas revistas, como Diáspora(s). Muchas veces quisieras tropezar con publicaciones que te muevan el piso, cosas difíciles de clasificar y que molesten también, con las que puedas estar en desacuerdo”.
P350 es también, en palabras de este artista y activista cultural, de alguna manera, una revista “que hace un «pase de revista» de lo que hay, donde cada persona es responsable de lo que pone en su número; una publicación con un criterio puramente horizontal, sin una jerarquización de lo que aparece. P350 nace de una carencia, de un vacío y, mientras haya cartuchos de cemento para construir, vamos a seguir construyendo y echando adelante este proyecto”.