LA HABANA, Cuba.- Por primera vez, los cubanos disfrutaron en vivo la transmisión televisiva de un encuentro de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) con el pretexto de la inédita presencia de tres jugadores de la isla autorizados por su Gobierno en el roster de los Piratas de Campeche que enfrentaron a los Vaqueros del Laguna.
El día anterior la televisión cubana emitió desde Campeche un reportaje con los tres beisbolistas fichados por la nave filibustera para unos cuarenta y cinco partidos y que pertenecen en la actualidad a los equipos de su país, Isla de la Juventud (Michel Enríquez) y Granma (Alfredo Despaigne y Yasmani Simón). Un canal suele proyectar desde hace dos meses juegos del beisbol rentado, incluido el mexicano, pero de forma diferida.
Los tres jugarán hasta agosto, para luego reincorporarse a las competencias de su nación. Tampoco se dieron detalles sobre el monto de esos contratos. Algunos expertos insistieron en que más allá de la repercusión en el nivel técnico individual, el estímulo económico recibido por los jugadores caribeños de parte del beisbol rentado mexicano mermará las deserciones. Al propio tiempo, los propios contratos suscritos podrían impedir el fichaje de clubes de las Grandes Ligas, como ha venido sucediendo hasta ahora con beisbolistas que han desertado.
Lo que el viento se llevó
José Ramón Fernández, presidente del Comité Olímpico Cubano, afirmó hace cuatro años que ningún atleta de la Isla defendería los colores de clubes profesionales. Pero el tiempo pasa… y sus palabras se las llevó el viento. Cuba ha comenzado a dar pasos para reinsertarse de manera oficial en el circuito rentado del beisbol, lugar del que nunca debió salir.
Las señales de la caída del telón de hierro beisbolero son altas y claras. Primero, la Federación Cubana (FCB) aprobó el regreso — después de 54 años de ausencia — a la Serie del Caribe, para la edición que se efectuará del 2 al 7 de febrero de 2014 en el estadio Nueva Esparta, en Isla Margarita en Venezuela. Y ahora, una vez concluida la 52ª Serie Nacional, otorgó permisos a tres peloteros en activo para que jueguen y cobren por sus servicios.
Fuentes cercanas a la FCB declararon que serán cerca de 20 los peloteros que jugarán en Ligas Profesionales (de verano). Solo serán elegibles aquellos que estén en activo en Cuba. O sea, es estrictamente obligatorio después de concluido su desempeño en el exterior, regresar y reportarse a sus respectivos equipos provinciales. Los retirados no tendrán esa posibilidad salvo el pinareño Pedro Luis Lazo.
Ariel Pestano (receptor), Carlos Tabares (jardinero), Jonder Martínez (lanzador), Manuel Benavides (utility), todos ex miembros del equipo Cuba, son algunos de los nombres que destacan dentro de ese grupo que en breve se integrara a la pelota rentada.
Hasta la fecha Michel Enríquez, miembro de la selección nacional desde 2001 hasta 2012, es el único que ya disfruta del nuevo estatus. El pinero (natural de la Isla de la Juventud) debutó el 14 de junio con los Piratas de Campeche en la Liga Mexicana (LMB), tras firmar un contrato negociado entre la LMB y Cubadeportes.
Entretanto, los granmenses Alfredo Despaigne y Yordanis Samón — ex compañeros de equipo de Yoennis Céspedes (Atléticos de Oakland) — viajaron a México para incorporarse supuestamente a la disciplina de los filibusteros.
Enríquez tiene 34 años y promedió 280 (90 en 322) en la campaña que acaba de finalizar con el triunfo de Villa Clara. Mientras Despaigne (27 años), poseedor del record de cuadrangulares para una temporada (36) y jardinero titular del equipo Cuba en el III Clásico Mundial, tuvo otra campaña de ensueño al concluir con 382 de promedio (100 en 262), pegar 36 extrabases (17 jonrones y 19 dobles), totalizar un slugging de 649, un OPS de 1.172 y remolcar 50 carreras.
Samón (32 años), a quien apodan ‘El Bombardero de El Dorado’, también quemó la liga al pegar 108 indiscutibles en 305 veces al bate, para un promedio de 354. Además conectó 18 dobletes, 16 vuelacercas y trajo hacia la registradora a 61 compañeros.
No es la primera vez
Los peloteros cubanos han jugado antes en clubes profesionales o semiprofesionales con el beneplácito de las autoridades. La novedad es que ahora los que reciben el permiso son atletas en activo. Una vez concluida su aventura regresarán a los conjuntos de sus respectivas provincias para jugar en la 53ª Serie Nacional.
En el pasado solo podían aspirar a la “dádiva gubernamental” los peloteros retirados. Gracias a esa dispensa, Omar Linares, considerado el mejor jugador de los últimos 50 años y que varios equipos de Grandes Ligas pretendían, pudo jugar con los Dragones de Chunichi de la Nippon Baseball League (NPB). También lo hizo recientemente, pero en los propios Piratas aztecas, Pedro Luis Lazo, cerrador estrella del equipo Cuba en el I Clásico Mundial.
Algunos de esos “retirados” lograron regresar a la Serie Nacional e hicieron méritos para retornar al equipo Cuba, claros ejemplos fueron el santiaguero Gabriel Pierre y el habanero Javier Méndez.
También se especula que Yuliesky Gourriel, el pelotero más mediático de Cuba, y Frederich Cepeda, dueño de casi todos los liderazgos ofensivos en Clásicos Mundiales, están en la mira de clubes de Japón, Corea del Sur y Taiwán, aunque esto no son más que rumores.
Los beisbolistas que deciden probar fortuna en otras ligas sin la aprobación gubernamental son considerados desertores y no son convocados a la selección nacional. A muchos de ellos ni siquiera se les permite regresar a la Isla para visitar a sus familiares.
Cuba abolió el béisbol profesional en 1961 y el 14 de enero de 1962 comenzó la I Serie Nacional. Durante varios años se mantuvo liderando internacionalmente a su antojo y las competiciones internas tenían extraordinaria calidad. Pero desde 2005, la otrora potencia no obtiene ningún título de verdadera relevancia internacional.
Esto / agencias / ESPNDeportes