GUANTÁNAMO, Cuba, 21 de agosto de 2013, Roberto Jesús Quiñones/ www.cubanet.org.- Los días 30 de julio y 6 de agosto, Cubanet informó sobre un operativo policial en el Combinado Cárnico de Guantánamo y los trabajadores que fueron detenidos.
El grupo de seis trabajadores atrapados, fue puesto en libertad el 29 de julio, y continúan trabajando. Sin embargo, otro grupo, detenido unos días antes, fue expulsado del trabajo y continúa en su contra un proceso penal.
Se está preparando a la opinión pública. El pasado jueves 15 de agosto, Solvisión, emisora provincial de televisión, transmitió imágenes tomadas por una cámara oculta instalada en el Combinado Cárnico. Al día siguiente, el diario Venceremos, publicó un extenso reportaje realizado por el periodista Julio Cesar Cuba Labaut, sobre la investigación de la policía.
El periodista comenzaba su trabajo afirmando que, tras un rumor, algo de cierto hay, y aseguraba que en la empresa cárnica de Guantánamo se robaba carne a las dos manos. ¡Descubrió el agua de coco! Todos los cubanos sabemos que para comer carne de res en este país hay que comprarla ilegalmente y, a quién mejor, que a los trabajadores del cárnico.
Otra vía es comprarla a alguien que trabaje en un restaurante o en una tienda recaudadora de divisas a precios exorbitantes, opción que todavía no existe en Guantánamo. Claro, más fácil es comer carne de res a los dirigentes del partido, el gobierno, las FAR, el MININT y los extranjeros.
El periodista señala que el actuar delictivo de los acusados perjudica a la economía y a la sociedad –inobjetable– y que los consumidores vienen quejándose de la mala calidad del picadillo de soya y la jamonada, aunque este último producto hace más de un año que no se vende por la libreta de abastecimientos, sino “liberado” y a quince pesos la libra.
El periodista nos permite concluir que se trata de un mal enraizado en el combinado cárnico guantanamero, y que la complicidad alcanza a los jefes de áreas, de turnos, de brigadas y hasta a los propios custodios, como reconoció la directora de la empresa, Aniurka Casado Peña.
Tal es la magnitud del robo de cárnicos que, una madrugada, un vehículo de la Empresa de Bebidas y Refrescos salió por la puerta principal de “el cárnico” con 29 cajas de picadillo con la “autorización” de un custodio; el chofer de la directora fue detenido transportando productos robados y uno de los llamados “balseros” -personas que se colocan del otro lado de la cerca para atrapar los bolsos de carne lanzados desde el interior de la fábrica- fue detenido in fraganti.
Elia María Colás, secretaria del buró sindical, declaró que la responsabilidad recae en la administración, porque todos los meses se analizan las indisciplinas y la corrupción, se adoptan acuerdos y no pasa nada, porque la administración no cumple lo que le toca.
Cruz Lara Manfarrol, uno de los secretarios del comité del partido de un centro de trabajo que tiene 42 militantes, 9 de la UJC y 32 cuadros de dirección, expresó:”En el núcleo se adoptan acuerdos, que se diluyen porque no son concretos ni se les pone nombre y apellidos…”.
El diario Venceremos no se adentró en las causas que propician el robo de carne. Los agarrados robando van a ser sometidos a un juicio ejemplarizante, pero si las causas que propician el robo de alimentos, no son eliminadas, pronto habrá nuevos detenidos y sancionados.
Las causas deberían ser analizadas por Venceremos, en otro reportaje más extenso y profundo, y ¿por qué no?, por toda la ciudadanía, ya que según los “dirigentes” cubanos somos un modelo de democracia participativa. Habrá que ver si el partido lo autoriza, porque esas causas tienen tentáculos muy largos.