SANTA CLARA, Cuba, 9 de octubre de 2013, Yoel Espinosa Medrano/ www.cubanet.org.- Apagones de hasta diez horas diarias afectan sensiblemente a residentes en la provincia de Villa Clara desde hace varias semanas. La electricidad constituye la principal opción para la cocción de alimentos.
La pasada semana, en Santa Clara, cerca de 200 personas en la barriada Condado, en horas de la noche salieron para la calle, al frente de sus domicilios, y realizaron un toque de calderos, de forma espontánea. 15 minutos más tarde, restablecieron el servicio eléctrico.
“Yo no sé qué está ocurriendo en la Empresa Eléctrica, los apagones son más prolongados y continuos, recorrí tres circuitos diferentes y en ninguno se realizaban labores de reparación o mantenimiento del tendido eléctrico, pero no hubo corriente de 8 de la mañana a pasadas las 6 de la tarde…”, expresó Guillermo del Sol Pérez, residente en Calle 3ra y Circunvalación, del reparto Brisas del Oeste, en Santa Clara.
Funcionarios de la Empresa Eléctrica anuncian, por la radio local, las afectaciones de cada día. Argumentan que es por mantenimiento. También interrumpen el servicio de forma intermitente por períodos de 30 a 60 minutos y en horarios de la mañana o la tarde.
En las oficinas del departamento Comercial de la Empresa Eléctrica, los reportes por daños a los equipos domésticos superan los 2 mil, debido a las irregulares del servicio, según señaló un trabajador de la entidad que prefirió el anonimato.
“Esto es el colmo, quitan la corriente por la mañana temprano y no la ponen hasta el oscurecer; los más afectados somos los que tenemos niños que lloran por hambre y no tenemos con qué calentar ni un vaso de leche”, expresó Dania Concepción, madre de dos menores de edad residente en Calle 1ra del reparto La Vigía, también en la capital provincial.
A la mayoría de los núcleos familiares, teniendo en cuenta los integrantes, se les entrega una reserva de combustible para casos de emergencias. A los que recibían gas licuado, les posibilitan 20 kilogramos para 12 meses, y al resto cinco litros de alcohol y unos 15 litros de kerosén para igual período, a través de la libreta de racionamiento.
Los apagones paralizan labores, tanto estatales como particulares, así como la elaboración de merienda, almuerzo y comida de miles de estudiantes en centros seminternados e internados.