La Habana, Centro Habana, diciembre de 2013. A escasos metros del Santuario de San Lázaro, en una de las casas del poblado de El Rincón, la fe en el ser humano se puso a prueba durante la pasada celebración del Santo.
Al estilo circense un altoparlante amplificaba una grabadora de casetes con raros anuncios. La exhibición de un perro de 6 patas, un gallo con 4, un cerdo de dos cabezas y 4 ojos, y una ternera con dos cabezas, 4 ojos y tres orejas.
Para sumar conjeturas a la incertidumbre de los creyentes en lo que no se ve, el portal de la casa fue cubierto con una tela blanca que obstaculizaba las más intrépidas miradas.
No pocos peregrinos que asistieron este 17 de diciembre al Santuario se detuvieron frente a la casa atraídos por los anuncios.
Unos con la duda de ser timados. Otros atónitos por el precio de 5 pesos para conocer la verdad, se conformaban con las respuestas de quienes salían de la exhibición. La mayoría pagaba la entrada a un señor panzudo cuyo arte de atraer curiosos merece elogios.
La exhibición.
Sin muchas pretensiones, en el portal de la casa los exhibicionistas llamaban la atención del público hacia el soñoliento Jacinto, un perro de 8 años cuyas patas hacen ganar dinero a su dueño. Catalogado de vago por este, se deja manipular las 4 patas delanteras por una mujer que hace de asistente en el show.
El dueño asegura tener además una perra con 6 patas pero la fiereza del animal le permite exhibirla poco.
Detrás Marieta, una ternera disecada que sobrevivió 9 días a sus malformaciones. Según el propietario murió ahogada con la leche de la madre.
¨Su corazón media unos 30 centímetros¨, asegura el hombre.
Debajo de la desafortunada ternera, el cerdo bicéfalo que duro un día después de nacido. La deteriorada preservación del animal ajustado con precintas en las patas y alrededor del cuerpo aumenta la rareza de sus formas.
Ausente, la jicotea de 2 cabezas que aseguran los presentadores se exhibirá en próximas jornadas.
En la cima de un palo el gallo de 5 años. Siempre de espaldas al público muestra las dos patas provenientes del trasero. Solo cuando lo llaman el ave voltea la cabeza, según el dueño porque le gusta que lo fotografíen.
Aprobación de la crueldad
La sensación de burla es el factor predominante de este show que colecciona animales vivos que sufren invalidez que pueden ser dolorosas. Especies cuya capacidad de padecer les otorga el derecho a una consideración moral.
A menos de un metro de la entrada, la policía vigilaba las violaciones de la moralidad política del gobierno. A su lado los supervisores integrales, obligados asistir al evento rezaban por el fin de este para regresar a las zonas de extorsión.
Ninguno fue capaz de advertir el lucro de una exhibición cruel que viola el derecho de protección animal cuya observancia corresponde al estado.
Quizás yo desconozca que en la nueva política económica del gobierno para salvar al socialismo, se contemple la ¨exhibición de animales mutantes¨ como una de las modalidades del trabajo por cuenta propia.