CIENFUEGOS, Cuba. – Al menos una decena de reclusos del Penal Abierto “Soler” ubicado en la autopista nacional en el tramo que va desde el Km 259 al elevado del municipio Ranchuelo, en la provincia Villa Clara, son obligados a trabajar por las autoridades carcelarias, sin que el esfuerzo sea retribuido salarialmente.
Uno de los afectados dijo a este reportero que el máximo responsable de tal política es el Jefe del Campamento nombrado Luís Negrín Dobato, que ha implantado un régimen de terror, de tal suerte si el preso se niega a laboral se le retiran los llamados “beneficios” consistentes en visitas conyugales, las javas familiares con alimentos, o los pases para que visiten el hogar.
Otro de los castigos pasa por colocar los nombres de quienes se resisten en un mural ubicado en el área recreativa de la prisión a donde asiste la mayoría de los reclusos.
En el caso de que el preso haya cometido alguna indisciplina grave, como intento de evasión o agresión a otro recluso, se adoptan medidas extremas como negarle el acceso a centros hospitalarios ubicados en la ciudad.
A la obligatoriedad y los castigos disciplinarios se suma la mala elaboración de los alimentos, la ausencia de un menú opcional y la alteración del gramaje reglamentario.
Según nuestra fuente, el Jefe de Reeducación nombrado Eduardo Adrián Rodríguez, le exige a los confinados que laboran en el comedor, ciertas cantidades del alimento cocido para alimentar los cerdos que cría en su casa.