LA HABANA, Cuba.- En el parque El Curita, en Centro Habana, ayer fueron arrestados a las 5 pm, después de que salieron de la reunión semanal de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, José Antonio Sieres Ramallo, Juliet Michelena Díaz, Aramis Lázaro Sáez Sánchez, Billy Joe Landa Linares y Juan Carlos Díaz Fonseca.
Ellos trataron de fotografiar una riña tumultuaria producida porque un perro de la técnica canina de la Policía Nacional Revolucionaria, mordió a un muchacho en un brazo y la madre protestaba muy molesta. Alrededor se acumuló una cantidad grande de personas que estaban viendo el problema, porque el perro no tenía protección en la boca. Algunos sacaron celulares para filmar y fotografiar, entre ellos los comunicadores, pero fueron inmediatamente arrestados con violencia.
A José Antonio Sieres Ramallo lo tiraron en el piso, le pusieron un bastón de reglamento en el cuello y le dieron patadas; en esa posición le halaron la ropa y le rompieron el pantalón, según él mismo narra los hechos.
Los condujeron a la Estación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Dragones, y fueron puestos en libertad a las 4 y 40 de la madrugada.
Un grupo de 5 comunicadores fuimos a la Unidad de la PNR, en particular entré a hablar con el Jefe de la Guardia, quien dijo conocerme y me manifestó que ellos habían cometido escándalo público, y que estaban junto con otras personas allí por el mismo hecho. Nos dijo que no podíamos permanecer frente a la Unidad, que debíamos pararnos en una esquina donde se encuentra una Iglesia Bautista.
La Seguridad del Estado intervino con la esposa de Juan Carlos Díaz, nombrada Judith Muñiz Peraza, pidiéndole alrededor de las 2 y media de la mañana que entrara a declarar.
Finalmente, también estuvo allí retenida hasta la hora en que los soltaron a todos y fueron objeto de una multa de 30 pesos cubanos cada uno, incluyendo a Judith, por Desorden Público.
Durante la espera en la calle del costado de la Estación, se veía la celda donde estaban las mujeres y los que permanecíamos a la espera en la calle le gritábamos consignas a Juliet Michelena, entre ellas: “Juliet, aquí esta la Red“ y „Vivan los Derechos Humanos“. Esa zona de la calle tenía en espera a los familiares de todos los detenidos.
Como respuesta, los arrestados, que estaban en los calabazos, nos gritaban “Libertad“.