Si ya hoy le es difícil a los regímenes totalitarios esconder sus actos represivos debido a las omnipresentes cámaras y micrófonos de los móviles, imaginen un futuro donde cualquier persona pueda instantáneamente grabar fotos y vídeos de todo lo que está viendo mediante unas gafas inteligentes y baratas.
Esta tecnología es conocida como “Realidad Aumentada” pues integra la realidad que vemos con información digital en tiempo real. Los usuarios de la misma tendrán a su disposición, en todo momento, información extra del espacio que les rodea como, por ejemplo, qué amigos están cerca, cuáles restaurantes o lugares de interés hay en el área o donde podrán encontrarse para una reunión anunciada en las redes sociales.
A su vez, también se podrán tomar fotos, audio y vídeo con solo emitir un comando de voz y compartir tu ubicación y estado de ánimo con amigos que te rodean.
La realidad aumentada, combinada con tecnologías como las redes malladas (mesh networking) tiene el potencial de eliminar a los proveedores de servicios (como ETECSA, AT&T, Verizon etc) pues cada dispositivo actuaría como un pequeño proveedor. A su vez esta tecnología permitirá mayor capacidad de convocatoria instantánea mediante redes sociales y chats en redes malladas. Por ejemplo, en un contexto dictatorial, en solo minutos se podría convocar a miles de personas en un determinado lugar sin dar tiempo a reaccionar a las autoridades represivas.
La compañía norteamericana Google ha sido una de las pioneras en este campo con su innovador producto conocido como Google Glass.
El pasado 15 de abril, Google puso a la venta una tirada limitada de Google Glass, al precio de 1.500 dólares. Aunque se ha dicho que Google está intentando bajar el precio hasta dejarlo cerca de los 400 o 500 dólares, la mayoría de los analistas coinciden en que el precio final rondará los 900 o 1000 dólares inicialmente.
Por eso sorprende que www.teardown.com, una web de probada seriedad, asegure que sus componentes sólo cuestan unos 80 dólares.
Al procesador le da un valor de US$13,96, a la carcasa de plástico US$13,63, a la memoria US$4,68, y así hasta llegar a esos mencionados 79.78 $. La web reconoce que es sólo una estimación provisional, y que cuando analicen más a fondo el producto algunos precios podrían cambiar, pero aun así asombra cuan baratos son estos componentes.
Por supuesto, a esto hay que añadir lo que Google ha pagado a sus ingenieros y desarrolladores en los tres años que lleva desarrollando Google Glass. Hablamos de cientos de personas que se cuentan entre los más brillantes del mundo en sus respectivos campos, y cobran altos salarios.
Sin embargo, aunque estos dispositivos estén inicialmente lejos del alcance de los bolsillos de usuarios en países pobres es previsible que los precios bajen drásticamente en unos años. Con costos de producción tan bajos es lógico pensar que otras compañías producirán copias baratas de estos productos y cuando venzan las patentes los precios caigan aún más.
Ya hoy están disponibles en el mercado gafas “espias” no inteligentes que permiten grabar audio y video a bajos precios. Todavía son algo burdas pero a medida que avance la miniaturización de sus componentes serán cada vez más difíciles de detectar.
Aunque no creo que las gafas de realidad aumentada lleguen a ser un producto para todos los gustos y edades sí serán muy populares entre los jóvenes amantes de la tecnología adeptos (o adictos) a compartir su vida constantemente en las redes sociales. Este fenómeno traerá implicaciones importantes para la privacidad de las personas y problemas serios para los sistemas totalitarios que por todos los medios tratan de esconder las imágenes de la represión.
El futuro está a la vuelta de la esquina, el desarrollo es imparable.
Datos tomados de: Fabricar unas Google Glass cuesta… 80 dólares – públicado ComputerHoy.com