LAS TUNAS, Cuba. – Las enfermedades de transmisión sexual podrían estar propagándose en el municipio tunero de Puerto Padre y en el resto del país por carencia de protección durante el coito. Igual sucede con los embarazos no deseados entre parejas de jóvenes y adolescentes, con las consiguientes secuelas y riesgos de la concepción precoz.
La causa es una: no hay preservativos.
Desde el pasado año, el surtido se produjo de forma inestable, hasta que esta semana, el producto desapareció por completo. Quienes, para consumar relaciones sexuales seguras, fueron por preservativos a farmacias y comercios en esta ciudad recibieron tal respuesta: “No los busque, no hay”.
A la carencia total de preservativos, se añade una pregunta igual de preocupante: ¿Los que estuvieron en venta hasta agotarse, en realidad eran fiables? Y es que algunas cajas de preservativos en venta tenían fecha de caducidad tan lejana como 2012. Así y todo, fueron comercializados.
A las dudas de la población, funcionarios a cargo de Salud Pública informaron a través de la prensa oficial que, aunque el producto había caducado según la fecha del embalaje, las pruebas practicadas aseguraban que los preservativos eran de fiar.
Presentes dos funcionarias de Salud Pública en la Farmacia Municipal de aquí en la mañana de hoy, y preguntadas sobre la situación de los preservativos por lo que ellos representan para la salud colectiva, una de las representantes de Suministros Médicos dijo a este corresponsal:
“Es cierto. Es un problema nuestro. El producto está en falta, no sólo aquí, sino también en el país. Confrontamos dificultades con las fechas de vencimiento”.
Hoy, manifiestamente, las parejas ocasionales no cuentan aquí con medios para establecer relaciones sexuales seguras. Pero cabe preguntarse cuán seguros resultaron los millones de preservativos que con fecha de caducidad vencida, fueron comercializados, y qué consecuencias de ello resultará en el futuro.
También, es útil cuestionar cómo un país, cuyo gobierno presume de una salud pública de excelencia, no es capaz de situar al alcance de sus ciudadanos ni un simple preservativo, no ya para evitar el tan temido SIDA, sino para algo tan genuinamente personal como es la decisión de tener o no tener hijos.
Aunque tal vez, por qué no… como han hecho de Cuba un país tan envejecido, quizás ahora quieran rejuvenecerlo alejando de las parejas la forma más expedita para evitar hijos no deseados. Si durante más de medio siglo a los cubanos el régimen nos lo ha controlado todo, no es de dudar que de forma encubierta ahora también pretendan obligarnos a procrear.