ARTEMISA, Cuba. -Cuando el chofer de carros fúnebres Alfonso Sánchez, alias “Potajito”, del municipio Mariel, provincia Artemisa, lo comentó en una parada de ómnibus, los presentes pensamos que se trataba de una jarana.
En un artículo del semanario provincial El Artemiseño del 3 al 9 de febrero, la periodista Yudaisis Moreno se mostró incrédula de lo dicho por un trabajador del servicio funerario acerca de que “la estimulación dependerá de lograr el entierro de unos 50 cadáveres cada mes”, y más adelante la reportera expresa “ojalá sea una broma más”.
Pero no resultó broma, el 14 de febrero la fuente de esta información, Ileana de los Ángeles Iglesias, vecina de Cabañas, preguntó sobre el tema a la administradora del cementerio local, la cual le explicó que debido a la aplicación del “perfeccionamiento empresarial” a estos servicios, sus trabajadores solo cobrarán estímulo si sobrepasan mensualmente 34 servicios entre enterramientos y exhumaciones.
También despidieron a los que hacían guardia en las funerarias de Mariel para localizar a los trabajadores en casos de fallecidos que fueran a ser velados y enterrados en Cabañas. Ahora la administradora, quien se queja de no poseer teléfono fijo, tendrá que permanecer localizable las 24 horas del día para cuando sean necesarios los servicios.
Finalizo igual que Yudaisis en su artículo Sorpresa fuera del “plan” cuando expresó su deseo de que fuera una broma y “no la forma de valorar los esfuerzos y la calidad en el desempeño de personas que laboran en un lugar tan desagradable para la mayoría, pero a la vez importante para quienes tenemos en él familiares o amigos, que nunca quisimos, fueran un número más del plan”.
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