CAMAGÜEY, Cuba. -En total abandono sobrevive en su vivienda de costanera y piso de tierra, la anciana Cruz García Rodríguez de 73 años de edad, residente del barrio Florat, en la ciudad de Camagüey. Ella comparte el hogar con su hijo de 37 años Noel Ruiz García, quien padece de Síndrome de Down. CubaNet se presentó en el lugar.
Según Cruz, las autoridades le han retirado la pensión que recibía de 60 pesos mensuales, pues al tener siete hijos en total, el Estado cubano considera que es responsabilidad de ellos ayudarla económicamente. Cruz aclara que, de sus siete hijos, sólo Noel vive con ella, los demás tienen sus propias familias que mantener, además de que uno de ellos está preso. En Cuba el salario promedio es de 470 pesos mensuales (alrededor de 21 dólares).
Cruz vive en la calle José Miguel Gómez # 590e entre 2da y 4ta paralela. Frente a su hogar de techo de tejas de cartón negras, pasa una zanja de desechos sólidos -pues no existe alcantarillado- que se desborda cuando llueve y penetra en la vivienda, formando en el piso de tierra una costra de suciedad (heces fecales humanas y de animales). Esto además genera un foco de infección, y demora varios días en secarse.
La humedad aumenta en días lluviosos, y en el momento de realizar la entrevista, la señora apenas podía hablar por una afección en la garganta. No obstante, con esfuerzo, dijo: “No tengo ropas, ni comida para mi hijo, ni siquiera un tanque para almacenar agua, he ido a varios lugares a pedir ayuda, pero me dicen que no hay recursos…”
Le preguntamos por qué no asistía a un comedor comunitario y nos contó: “No tengo los 5 pesos diarios que se necesitan para pagar las comidas, porque éstas no son gratis, y tuve que dejar de asistir. Cuando al fin pude conseguir un poco de dinero para poder acudir nuevamente, ya me habían dado de baja.”
El hijo discapacitado de Cruz duerme en una pequeña cama sin colchón, sólo trapos viejos y papel lo aíslan del metal. No tienen refrigerador, ni muebles.
Mientras un grupo goza de privilegios y saquea el país; suceden penurias como la de esta mujer y su hijo.
(Daneibys de la Celda Duany y Maikel López Sotomayor)