GUANTÁNAMO, Cuba. -La resonancia mediática del anuncio de las conversaciones entre Cuba y Estados Unidos, contrasta con la atención que la prensa oficialista ha brindado al suceso y que ha llegado al extremo de no informar absolutamente nada sobre la tercera ronda conversaciones iniciada el pasado lunes 17 de marzo en La Habana.
Esto me hizo recordar el chiste de Pepito, el popular personaje de los cuentos cubanos, en el cual varios líderes históricos se reúnen para confesar lo que más admiran de los demás países. Fidel Castro está presente en la reunión y Napoleón le dice que lo que más le gusta de Cuba es su prensa. “¿La prensa?”, preguntó sorprendido el comandante. “Sí- dijo el corso- de haberla tenido nadie habría conocido mi derrota en Waterloo”.
En medio de estas circunstancias CubaNet decidió realizar una encuesta en Guantánamo con el objetivo de captar por dónde va la opinión del pueblo.
Ciento once guantanameros opinan
De los 111 guantanameros encuestados, 103 (92.79%) consideran que las conversaciones son buenas y, en sentido general, esa es la opinión que se aprecia entre la población cubana.
Pero el atrincheramiento, fruto de más de medio siglo de fundamentalismo ideológico, también salió a relucir cuando uno de los encuestados consideró que es un error de la parte cubana y cinco estimaron que el error es de los norteños.
Es significativo que 62 encuestados (55.85%) estimen que la economía del país va a mejorar a corto plazo si se inicia una relación normal entre ambos gobiernos, una opinión que quizás haga depender la tan anhelada prosperidad de los nexos que se establezcan con el extranjero, algo que no resulta totalmente desatinado si tenemos en cuenta la dinámica de la sociedad contemporánea pero que tampoco tiene validez absoluta si recordamos la relación que Cuba mantuvo con la extinta Unión Soviética (URSS) y la que mantiene con Venezuela, ambas muy ventajosas para nuestro país pero no provocaron el mejoramiento de nuestra economía.
49 encuestados consideran que la economía no mejorará en un período de uno a tres años y 3 estiman que tampoco lo hará a largo plazo. Contrariamente, 85 de los encuestados estiman que la economía sí mejorará a largo plazo.
75 personas (67.5%), estiman que el gobierno cubano es el que enfrenta el mayor reto y 26 consideran que son los Estados Unidos.
Quienes accedieron a fundamentar su respuesta expresaron que el gobierno cubano tiene ante sí un reto mayor pues deberá modificar sustancialmente su discurso antinorteamericano, que por más de medio siglo ha sido la base angular de su política exterior y doméstica. La demonización de los Estados Unidos tendrá que cesar de levantarse el embargo y en dicho contexto la gerontocracia gobernante cubana se sitúa en una encrucijada pues la normalización de las relaciones con el país del norte elimina su condición de plaza sitiada y, por ende no podrá justificar más sus desatinos a costa del embargo y aparecerá limpiamente ante el mundo como lo que es: la anomalía del continente y del mundo occidental.
Otros expusieron que el reto mayor del gobierno cubano estará en aceptar que más de medio siglo de un discurso manipulador y mendaz no ha provocado rechazo por parte del pueblo cubano hacia el norteamericano, todo lo contrario. Algo similar ocurrió entre cubanos de aquí y de allá cuando a principios de los años ochenta del pasado siglo comenzaron a llegar los antiguos gusanos, convertidos por obra y gracia de la imaginación popular en salvadoras mariposas.
Los que respondieron que el mayor reto corresponde a los EEUU, lo identificaron con la condición de que dicho país deberá tratar en igualdad de condiciones a otro pequeño y empobrecido pero que no cede ante ninguna presión y que ha reiterado que no variará su sistema político. Creo que estos encuestados olvidan que esa posición, sostenida por más de medio siglo por el gobierno comunista, no está avalada por el voto popular.
Entre el silencio de la prensa oficialista y la inflexibilidad castrista
Ha trascendido que los periodistas del gobierno recibieron la orientación de no hacer ningún tipo de encuesta pública sobre el asunto y que existe preocupación en las altas esferas por la simpatía que ha despertado entre los cubanos la posibilidad del arribo masivo de norteamericanos, quienes, obviamente, podrán disfrutar de la benevolencia de nuestro clima y la belleza del país, pero también comprobarán el sufrimiento cotidiano del pueblo y la restricción que sufren elementales derechos civiles y políticos que para los visitantes son sagrados.
La ganancia indiscutible de esas visitas será el intercambio directo entre ambos pueblos y esto provocará indudablemente el crecimiento de la sed de justicia, igualdad de posibilidades, libertad y democracia entre los cubanos.
El silencio de la prensa oficialista, unido al mensaje de Fidel Castro al presidente de Venezuela y el discurso de su hermano ante el congreso extraordinario del ALBA dicen mucho más que cualquier información. Ambos líderes hace mucho rato que traicionaron los ideales que guiaron la lucha en contra de Batista y están aferrados a su soberbia y privilegios, lo único que verdaderamente les interesa defender.