El senador de Florida Marco Rubio anunció este lunes a sus donantes que está preparado para luchar por la presidencia de Estados Unidos y que se siente “especialmente cualificado” para liderar a su partido como el verdadero defensor del sueño americano. En un vídeo titulado “Un nuevo siglo americano“, el político hispano define a EE UU como “algo más que un país”, como el lugar “que cambió la historia de mi familia”.
Apenas un día después de que democrata Hillary Clinton anunciase su segundo intento para convertirse en la primera presidenta de EE UU, minación para la presidencia, describió a su posible rival como “una candidata del pasado”, según adelantó Associated Press.
Rubio compartió la noticia con sus donantes en la mañana del lunes, horas antes de ofrecer un discurso en Miami donde se espera que haga oficial el comienzo de su campaña. El senador, una de las grandes promesas del partido, desciende de emigrantes cubanos y ha afirmado en repetidas ocasiones a lo largo de su carrera que él es la personificación de ese sueño.
El político republicano, de 43 años, ascendió a la política nacional en 2010 impulsado por la corriente conservadora del Tea Party. Desde entonces, Rubio ha ofrecido un rostro nuevo y joven en un partido que desde 2008 no ha conseguido conectar con amplios sectores de la sociedad estadounidense y asegurarse así una victoria en las presidenciales.
Una de las promesas de Rubio llegó con su apellido hispano. Descendiente de emigrantes cubanos, el senador ofrecía a los republicanos la posibilidad de convencer al cada vez más importante electorado hispano. Sin embargo, esa oportunidad se convirtió rápidamente en una espina para Rubio, obligado a hacer equilibrios entre su voluntad de colaborar en una reforma del sistema de inmigración y las presiones del ala más conservadora del partido, el Tea Party.
Rubio ha sumado su apuesta a la de los también senadores Ted Cruz y Rand Paul. Se espera también que en las próximas semanas se una el exgobernador de Florida y mentor de rubio, Jeb Bush. Este lunes por la tarde, el republicano ha citado a sus seguidores en Miami ante la Freedom Tower, la que fuese primera parada en EE UU para miles de exiliados cubanos en los años 60 y 70.