LA HABANA, Cuba – El sábado 15 de agosto, al leer el diario español El País, me sorprendió su titular: “Kerry: Lo mejor para los cubanos sería una auténtica democracia”, un texto breve con la imagen del acto de colocación de la bandera de los Estados Unidos en su Embajada en La Habana, a unos metros del famoso Malecón, donde el Secretario de Estado, John Kerry, dijo, entre otras cosas, la frase citada ante los representantes de la dictadura más vieja del continente.
La noticia sigue en la página tres bajo el título: “Estados Unidos regresa a Cuba”, escrito por Pablo del Llano -enviado especial de El País en La Habana- quien incluye una foto de John Kerry ante “un coche clásico norteamericano” -un Ford o Chevrolet de los años 50- y dos subtextos en negrita: “Fechas claves de un trabajado deshielo y Los disidentes, sin invitación”.
Siguen los titulares en la página cuatro: “El poeta de los exiliados regresa a La Habana”, de C.F. Pereda; “Las entretelas del pacto”, de Silvia Ayuso, y “Obama no será el primero”, del analista Juan Jesús Aznares. Y en la siguiente: “Cuba es la última frontera de mercado para EE UU” –entrevista de Pablo del Llano al empresario cubano-estadounidense Hugo Cancio– y “El exilio abandona la Guerra Fría”, de Luis Barbería, ambos con foto a recuadro al igual que “Las entretelas del pacto”, en la que vemos al decrépito Fidel Castro, tan devastado como el Voldemort de Harry Potter, pero rodeado por una anciana con cara y pelo de bruja y dos amigos en pose de “chamanes”: Nicolás Maduro y Evo Morales, presidentes de Venezuela y Bolivia, respectivamente.
Antes de cambiar de diario y titulares sobre la “normalización de las relaciones entre los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos”, el “fin del deshielo” y la presencia de John Kerry en La Habana, quiero aclararle a C. F. Pereda que resulta exagerado considerar a Richard Blanco como “El poeta de los exiliados…”, por ser “hijo de cubanos exiliados, redactar el poema inaugural para la ceremonia de investidura del presidente Barack Obama” y leer “Cosas del mar” en el acto oficial de la Embajada de USA en Cuba. No conozco la obra lírica de R. Blanco, pero si la de Manuel Díaz Martínez, Raúl Rivero y otros memorables poetas desterrados en medio siglo de dictadura.
La presencia del jefe de la diplomacia estadounidense en La Habana también fue reseñada por el diario español El Mundo: “Cuba se abre a EEUU”, de Ángel T. González y Carolina Martín Adalid, quienes reportaron el acto y las declaraciones de Kerry y de su homólogo castrense. En “Un tren al que subirse”, el ensayista Iván de la Nuez pregunta: “¿Qué va a pasar con el embargo?, la Base Naval de Guantánamo o las indemnizaciones millonarias que se piden ambos gobiernos?” Como si fuera poco, El Mundo enlaza un artículo de Gina Montaner: “El poeta y la Dama de Blanco”, más las afirmaciones de dos líderes opositores: Elizardo Sánchez y Antonio G. Rodiles.
Es evidente, Cuba vive sus minutos de gloria en ABC, La Razón y otros diarios gráficos y digitales de España y Europa que recrean el acto simbólico en La Habana desde una perspectiva europea, a veces eurocentrica y asociada a la narrativa antiestadounidense de algunos medios que aún difunden mitos, frases y metáforas políticas propias del lenguaje de la izquierda neocomunista afín al castrismo. En ABC, por ejemplo, Carlos A. Montaner expuso “Historia mínima del desencuentro entre Cuba y Estados Unidos”; en tanto Yaiza Santos escribió sobre las “Luces y sombras del deshielo en las relaciones entre EE.UU y Cuba”, apuntalada con fragmentos de entrevistas a los intelectuales cubanos Rafael Rojas, Ernesto Hernández Busto, Yoani Sánchez y Juan Abreu.
Los titulares se multiplican, por supuesto, en Cubanet, Diario de Cuba, el semanario digital Primavera, 14ymedio.com y otras páginas de la isla y el exilio que reseñan el acto simbólico y muestran diversos puntos de vistas sobre la “normalización de las relaciones” entre ambos gobiernos. En 14ymedio.com leemos: “Izar la bandera, arriar el pasado”, de Yoani Sánchez, “Un siglo de relaciones tumultuosas” –con Fotogalería– y, al día siguiente, “La otra bandera, de Reinaldo Escobar acerca de la reunión de Kerry en la residencia del Embajador con opositores, religiosos e intelectuales. Diariodecuba.com ofrece un artículo de opinión de Carlos A. Montaner y el reportaje “Cuba y EE.UU, los cubanos de la Isla opinan”.
Si alguien desea rastrear más titulares sobre el acto político realizado el 14 de agosto del 2015 en La Habana, les sugiero leer varios medios informativos de Estados Unidos, Europa o América Latina, como El Nuevo Herald, The Washington Post, The New York Times o el Granma, cuya versión oficial del suceso imagino, acostumbrado como estuve al mar de historias gloriosas con personajes cansinos y abrumadores.
No sugiero vivir la historia, cargar el peso abrumador de sus protagonistas ni leer al pie de la letra tantos titulares; no hay que atarse a todo lo que pasa ni a la frivolidad del instante, tan común en las redes sociales, sino explorar el flujo de la realidad -intensa y abrumadora- con sentido crítico. Los titulares del acto de abanderamiento cesarán, pero en Cuba la realidad seguirá su curso brutal e inseguro, a pesar de las promisorias relaciones con los Estados Unidos y las expectativas de cambio difundidas por sus líderes de opinión, aún acosados por órdenes del napoleónico mandarín insular.