NUEVA YORK, Estados Unidos – ¿Cuándo es bastante todo lo que está ocurriendo en Cuba, con la diaria violación de los Derechos Humanos, bajo la mirada paciente de los Estados Unidos?
Mientras el gobierno de Barack Obama está preparando a la opinión pública para otorgar más franquicias al régimen cubano, éste ordena el aumento de la represión a límites que sobrepasan las cifras de atropellos anteriores.
Desde hace varias semanas, se registran aumentos sin precedentes en detenciones, acompañadas de brutales golpizas.
Lo que pasa es que el régimen de la Habana está envalentonado ante la pasividad de Estados unidos y ha girado órdenes de actuar duro contra la disidencia.
Es así como se han sucedido arrestos, golpizas y encarcelamientos de todos los opositores que traten de alzar sus voces de protesta. La última víctima ha sido el escritor Ángel Santiesteban, quien fuera puesto en libertad condicional en julio pasado y que este miércoles volvió a la cárcel, por haber tratado de llamar la atención al caso del periodista Lamberto Hernández, quien se encuentra grave a consecuencias de una huelga de hambre que mantuvo hasta ayer.
Mientras tanto, que lleguen turistas y dinero a Cuba. Se les necesita hasta que se concreten nuevos acuerdos con Vladimir Putin y aún llegue dinero de Venezuela.
Y por si acaso, Raúl Castro sigue diciendo que no cederá con Estados Unidos “ni un tantito así” en nada.
Castro no ha ocultado que Cuba “no iba a renunciar a ninguno de los principios del régimen revolucionario” y ha exigido una y otra vez que cese el “bloqueo” a la isla. Está en campaña para que esto suceda y Obama ha enviado esta semana el mensaje de que está listo para flexibilizar todavía más la medida.
Pero esto no es bastante para el dictador cubano, quien tiene ideas y obsesiones fijas –como fue la campaña de los cinco espías– y ahora se le ha puesto ganarle a EE.UU. de nuevo, con la exigencia del levantamiento total del embargo.
Raúl Castro insiste que La Habana no va a hacer concesión política alguna en el proceso abierto de normalización de relaciones con Estados Unidos si esto no sucede (además de otros pedidos).
Y para demostrar que no está impresionado con lo que Obama le ha otorgado hasta ahora, el dictador cubano muestra su desdén cada vez que puede.
Su desprecio hacia Estados Unidos no pasa desapercibido y fue así como el diario USA Today captó este sentimiento.
El periódico resaltó este miércoles que la ubicación concedida al pabellón comercial de Estados Unidos, justo al lado del estacionamiento trasero de la Feria Internacional de La Habana (FIHAV-2015), podría ser un símbolo de la poca importancia que el gobierno de Raúl Castro le está otorgando a las nuevas relaciones con Washington.
Señala el diario que “el pabellón estadounidense, que ocupa un recóndito lugar dentro de las cinco hectáreas que abarca el recinto de la feria, no aparece en los programas o mapas que muestran los stands que representan a más de 70 países”.
“Durante una serie de discursos para inaugurar la feria el lunes, la única mención de los Estados Unidos se centró en el “bloqueo”. ¿Otro desprecio del régimen de La Habana para Estados Unidos?”
Así están las cosas.