LA HABANA, Cuba:- Desde el pasado mes marzo la calle Obispo ubicada en el casco histórico de La Habana Vieja, se ha convertido en un basurero. La vía-bulevar es sometida a una reparación capital por las empresas Aguas de La Habana, Gas Manufacturado, Eléctrica y Telefónica, que restauran conductoras y cableados, pero a su paso dejan el caos.
La vía está ordenada de Este a Oeste por pintorescas tiendas artesanales de particulares y alguna que otra del Estado. El sitio tiene relevante interés turístico-cultural. En su estrecha senda se encuentra el Hotel Santa Isabel, la Plaza de Armas, el Hotel Florida, la Universidad de San Gerónimo, la librería La Moderna Poesía y el Restaurante Floridita, entre otros bellos centros.
La populosa arteria está llena de pequeñas cafeterías estatales y privadas. Sin embargo ha perdido su vistosidad a causa de la desorganización de las entidades estatales que trabajan para restaurarle funcionabilidad y vida nocturna.
CubaNet se hizo presente en la transitada calle que nace al pie de la Avenida del Puerto y culmina en la calle Monserrate, bordeando la Plazoleta de Albear.
“El botadero de basura en esta calle es inmenso, no hay cestos y además la gente no tiene educación. Los que viven aquí tiran los desechos a los huecos, no buscan los depósitos. Las empresas comenzaron a picar unos trescientos metros o sea tres cuadras y ahora estamos incomunicados. Hemos tenido escasez de agua, así que imagínate lo demás. Tú puedes ver en las zanjas que hay micro vertederos”, dice María Teresa, vendedora particular en Obispo 511.
Belzaida González, empleada de gastronomía, declaró: “Habrá basura siempre y no es la multa la que resuelve el problema, aunque siempre ayuda. Son los cestos los que faltan, pero no los ponen. Le piden a las personas que no boten basura, pero, ¿dónde la depositan?”
Un dirigente de Gas Manufacturado de La Habana, a pie de obra, que no quiso ser identificado, manifestó: “Esta zona es Patrimonio Cultural de la Humanidad, enfrenta un proceso de rehabilitación capital. Las obras que se ejecutan no han estado exentas de errores, algunas calles se han tenido que levantar hasta dos veces. Ha faltado un adecuado programa ejecutivo y de aseguramiento material justo a tiempo, lo cual hubiera evitado el maltrato que están recibiendo sus pobladores. Ahora falta por sellar la calle y restituir los adoquines que se llevaron los delincuentes. Esa es otra historia”.
Modesta Orosco, residente en la zona, señaló: “Obispo se estaba llenando de huecos, no pocas personas han dado un tropezón y algún tobillo se han jorobado. La reparación que le están haciendo es muy importante, pero este gobierno es responsable con la higiene que tiene que tener este lugar. Miren allí, observen la zanja y las bolsas de basura. Comunales tiene la obligación de mantener esta calle como un espejo, cientos de miles de turistas la atraviesan a diario. Pero aquí todos se lavan las manos echándole la culpa a Eusebio Leal, por ser el historiador de La Habana. Bueno algo tiene que ver pero, ¿y los demás?”