SANTA CLARA, Cuba.- El mercado principal de Santa Clara, conocido como Buen Viaje, amaneció este sábado atestado de personas que esperaban sentadas en la acera colindante por la llegada de algún camión que surtiera de productos el lugar antes de que llegue a la Isla la tormenta Eta. Dentro de la plaza techada solo se encontraban a la venta varios pomos de vinagre y jugo de limón.
“Nos dijeron que iban a traer plátano y yuca después del mediodía”, comenta Susana Padrón, una mujer que dice haber esperado por más de tres horas. “En mi casa lo único que tengo es un pedazo de calabaza y la mortadella que vino a la casilla. Si empieza a llover, no sé cómo van a organizar esta cola tan grande porque la gente no se va a ir sin comprar qué comer”.
Desde que se emitió el aviso del paso inminente de la Tormenta tropical Eta por el centro del país, la preocupación principal de los santaclareños ha sido la búsqueda de víveres. En la mayoría de las bodegas y carnicerías del centro de la ciudad la gente se precipita para comprar los “mandados” de este mes y garantizar el alcohol o el keroseno para encender fogones y reverberos criollos en caso de que falte la electricidad.
“Yo me movilicé desde ayer”, cuenta Ignacio Perera, también en la cola del mercado. “Compré galletas para los muchachos y estoy esperando por las viandas para ahorrar el arroz porque el de la libreta no alcanza, como en todas las casas. Lo que más preocupa es que se vaya la corriente porque no tengo gas y somos cinco para comer, incluyendo una persona encamada”.
A pocos metros del sitio, los vendedores por cuenta propia trataban de liquidar la mayor cantidad de sus productos almacenados. A pesar de que estos intermediarios comercializan las viandas y hortalizas a precios bastante altos para el bolsillo, los puestos no se han vaciado desde esta mañana. “La gente prefiere dar 25 pesos por una col que hacer la cola del mercado”, sentencia Orlando Hernández, uno de los vendedores. “Aquí se ha vendido mucho desde ayer porque los campesinos trataron de recoger sus cosechas antes que venga esa agua pa´ arriba de los campos. Lo que viene después no lo sabe ni dios. Ni plátano va a haber”.
En el mismo mercado, la libra de manteca de cerdo alcanza el precio de 40 pesos y la de limón y tomate verde a 2 CUC o 50 pesos. Estos carniceros, desde la última redada ocurrida hace un mes en el lugar, dejaron de vender bistecs y chuletas por el alto costo que deben asignarle al producto si lo proponen de esta forma. “Si quieres comprar carne, tiene que ser un pedazo grande, con hueso y todo”, espeta uno de estos cuentapropistas.
Mientras, las tiendas en MLC, a las que puede acceder un porciento bajo de la población también fueron “saqueadas” antes de la llegada de la tormenta. “La gente ha comprado de todo lo que había, por caro que fuera. Están acaparando porque nunca se sabe”, refirió una dependiente de la tienda Praga, situada en el boulevard de la ciudad. Actualmente, en Santa Clara, ya suman más de 10 las destinadas a este tipo de moneda. Las pocas que quedan abiertas en CUC no sacaron a la venta ningún producto indispensable que pudiera ayudar a la población a surtir sus neveras este fin de semana.
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