LA HABANA, Cuba –Margarita comenta mientras pasa con una jaba de nylon cargada: –aquí voy con el nuevo Rey de Cuba, el huevo. Ya no es el comandante, ni nadie más. A los cubanos ahora nos salen plumas.
Según el Instituto de Investigaciones Avícolas, se planificó una producción de 80 millones de posturas.El año pasado se entregaron 258 millones de unidades para la venta libre al Ministerio de Comercio Interior
Debe ir aumentando la producción de manera que su totalidad pueda ser destinada a la venta no subvencionada, o sea 33 MN por 30 posturas, en los mercados estatales. Según las autoridades cubanas, el huevo cuenta con un “respaldo productivo que garantiza una estabilidad en los precios y la presencia permanente en los mercados”. Se menciona poco la mayoritaria importación de este producto desde los Estados Unidos.
Como sucede con otros aspectos de la vida en la isla, en materia de opiniones hay tela por donde cortar. Y una fila en un mercado resulto el sitio ideal para escucharlas:
Alain Ramirez y Ana Dejert aseguraron: –Comer huevos fritos o en tortillas, es el plato diario de nuestra mesa-. Ana es francesa residente en la isla, y añadió:- Aquí sostener un nivel de vida es caro. No siempre los euros cambiados por CUC rinden lo suficiente como para abarcar todas las necesidades. Por eso el huevo es una opción barata y práctica.
Otro cliente en la fila expreso:–si no pongo el cartón de huevos en la mesa, mi mujer me mata. Es la única de forma de saciar el hambre de los niños. Vivimos a base de pan con tortilla. No tenemos dinero para ir a las tiendas para comprar otros productos.
Un joven doctor dijo: — huevo nuestro que estás en los cielos, gracias te damos por estar en la mesa. Gano 800 CUP y no me alcanza para calzar la proteína básica de mi familia. Entonces el huevo, es la salvación.
Recorriendo calles y repartos me percate del “culto al huevo”. La gente lo lleva como un Dios en sus manos. Al cartón de huevos lo adoran, la cuidan como a un hijo.
En la comunidad del Tahoro, en Artemisa, Zulema Ruiz comentó:- mira lo único que Javier Cuelllar, mi esposo, puede traer todas semanas, es el cartón de huevos. Con su salario de 265 CUP y el mío de gastronómica, no nos alcanza para alimentar a nuestros hijos Karell y Wendy de la comunidad del Tahoro. Los niños tienen hambre constante y lo único que los sacia es el revoltillo.
En el reparto Fontanar, en el municipio Boyeros. Encontré un grupo de padres de familia conversando en un Rapidito (lugar donde se venden productos ligeros y comida rápida en divisas). Ellos tenían un cartón de huevos arriba de la nevera de helados.
Manuel un joven dependiente dijo:–los huevos no están a la venta, son míos– Le comente, ¿Qué hacen en sobre una nevera de helados Nestlé?, eso está surrealista. El respondió:-no tengo donde llevarlos, ni una javita de 1CUP. Para mi familia el huevo es el rey de la mesa.
Rafael, cliente presente en el lugar, exclamo:– ¡Los huevos! si no los compro, en la casa nos morimos de hambre. Yo boteo en la ruta Santiago de las Vegas-Habana y con 1000 CUP, no alcanza para sostener una dieta balanceada con carnes y pescado. Los huevos son nuestra salvación diaria para enfrentar el hambre cotidiana.
Los precios de la carne de res en bandejas oscilan entre 2.50 CUC a 5.00 CUC. El boliche de res cuesta más de 20 CUC. Además la libra de filetes de cerdos esta a 40 MN en agromercado estatales. Por otro lado, el pescado sigue siendo el producto más codiciado y menos asequible al bolsillo de una familia.
Comer huevos es necesario y alimenticio, pero no es el total de una dieta balanceada. Pero son el salvavidas en esta isla a la deriva.