LA HABANA.- Durante el año 2011, como parte de la política de excluir de la libreta de racionamiento artículos a precios “subsidiados”, el Gobierno cubano eliminó los productos de aseo personal (un jabón de olor y otro de lavar por consumidor, un pomo de detergente líquido y un tubo de pasta dental por núcleo familiar).
En una de sus intervenciones en la Asamblea Nacional, Marino Murillo manifestó: “El país debe ir creando condiciones para que lo que se quite de la libreta y se le ponga un precio no subsidiado, la población tenga la alternativa de comprarlo en algún lugar y con estabilidad en su presencia en los diferentes puntos de venta”. A partir de ese momento, el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) comenzó a comercializarlos de forma liberada, o lo que es lo mismo, caros para el poder adquisitivo de la población; además, su presencia en el mercado es inestable.
Todos estos productos de aseo son elaborados por la empresa Suchel. Ahora que ya no son “subsidiados”, pero su calidad es tan dudosa como cuando lo eran: es frecuente escuchar quejas sobre los artículos que se venden en pesos cubanos. Una vecina, que tiene a su mamá encamada, me comentaba: “Le lavo la ropa con jabón de olor, porque el de lavar es puro cebo, ¡y me coge una peste…!” Y es que si bien Suchel fabrica productos de calidad que se venden en CUC —como el detergente líquido Diasol, que se elabora en la Empresa Suchel Jovel, de Jovellanos— no es el caso del Limtel, que se vende a 25 pesos el litro y cuya calidad deja mucho que desear.
Por la fecha en que el detergente líquido fue eliminado de la libreta de racionamiento, en entrevista realizada al director de la mencionada empresa Jovel, el licenciado Aurelio Cejas, este manifestó: “Nuestra tecnología es eficiente, a pesar de no ser de punta. Serán unas 31 toneladas diarias de detergente líquido; es un reto de la Unión Suchel y de la empresa Jovel y consideramos que cumpliremos porque se ha previsto todo”. También se refirió a que no se presentarían dificultades en el suministro de la materia prima, porque ya se habían hecho todas las contrataciones por parte de la importadora, además de que algunos productos son nacionales. Sin embargo, apenas transcurrido un año ya se notaban irregularidades en el suministro y las condiciones del detergente líquido, esto es, poca o ninguna presencia en el mercado, y fluctuaciones en su viscosidad.
El periódico Juventud Rebelde publicó recientemente un reportaje sobre la desaparición del Limtel del mercado. Según directivos, el paro productivo se debe a la falta de materia prima. Luz Elena Ronda, directora de Producción y Ventas de Suchel, explicó que en los primeros días de abril debía “estar llegando la materia prima desde Europa”. Asimismo aclaraba dicha funcionaria: “No hemos detectado en la industria ninguna ilegalidad relacionada con la falsificación del Limtel, tampoco tenemos faltantes o sobrantes, ni síntomas de descontrol. Desde que las materias primas llegan a la fábrica comienza el chequeo permanente de estas: durante su almacenamiento, en el proceso productivo y luego de terminado el producto.”
¿Cómo se explica entonces que en el propio reportaje el subdirector comercial de la Empresa Provincial de Comercio de La Habana, Yosniel Roche Carrillo, informara de las sanciones impuestas a tres administrativos y un dependiente por vender detergente Limtel falsificado?
Para muchos no es secreto que desde hace algún tiempo el detergente líquido se encuentra en la bolsa negra más barato y con mejor calidad que el del sector estatal.
De ahí surge una pregunta: ¿Con qué materia prima hacen este detergente en la red clandestina?