El presidente venezolano destacó la firma de un convenio alimenticio con Argentina, para aliviar los “severos problemas” de abastecimiento en su país.
Buenos Aires • Venezuela y Argentina reafirmaron hoy su alianza política y comercial, con la firma de doce convenios de cooperación durante la visita a Buenos Aires del presidente Nicolás Maduro, en el marco de una gira sudamericana, la primera desde que asumió la presidencia de su país.
Maduro destacó la firma de un convenio alimenticio con Argentina, uno de los productores mundiales del sector, que busca aliviar “severos problemas” de abastecimiento en su país, durante una declaración a la prensa junto a la presidenta Cristina Kirchner en la Casa Rosada (sede del gobierno).
“Hemos firmado un convenio para garantizar y fortalecer la reserva alimentaria por tres meses que creó el (fallecido) presidente (Hugo) Chávez. Vamos a abonar esta reserva con producción interna, pero también con países hermanos como Argentina”, dijo Maduro tras una extensa reunión con Kirchner.
El mandatario venezolano admitió que “hemos tenido problemas de abastecimiento severos; tenemos problemas, y esto es por distintos motivos, uno de ellos es por sabotaje económico”.
En presencia de los dos mandatarios, ministros de ambos gobiernos suscribieron doce acuerdos, entre ellos para el desarrollo de servicios tecnológicos, licencias de importación de automóviles, así como entendimientos en materia de agricultura, pesca y apicultura, y en los campos satelital y de comunicaciones.
En el período 2004-2012 Argentina y Venezuela firmaron más de 100 convenios bilaterales en rubros como alimentos, tecnología agroalimentaria y energía, entre otros, según la consultora privada Centro de Estudios Nueva Mayoría.
Venezuela es el país con el cual Argentina ha celebrado más instrumentos bilaterales, representando el 27% de los suscriptos por Buenos Aires a nivel mundial y el 42% a nivel regional, añadió la consultora. Maduro dijo que entre Argentina y Venezuela se da “una ecuación perfecta entre energía y alimentos” y destacó convenios firmados entre las petroleras estatales PDVSA e YPF.
Argentina y Venezuela desarrollan un creciente intercambio comercial, que pasó de 616 millones de dólares en 2004 a casi 3,500 millones de dólares en 2012, según cifras oficiales. Ambos mandatarios ratificaron también su alianza política iniciada durante las presidencias de los fallecidos Néstor Kirchner y Hugo Chávez.
“Es una gran alegría y una gran tristeza recibirte, Nicolás”, dijo Cristina Kirchner al recordar a Chávez, quien murió de cáncer el 5 de marzo pasado, y era amigo personal de la mandataria argentina y de su esposo y antecesor Néstor Kirchner (2003-2007), fallecido a los 60 años el 27 de octubre de 2010 de una afección cardíaca.
Maduro dijo compartir los sentimientos de su anfitriona al reivindicar a Chávez y a Néstor Kirchner como “los dos gigantes que iniciaron una nueva época, uno con las banderas de (José de) San Martín y el otro con las de Simón Bolívar”.
Venezuela compró bonos de Argentina por unos 5.600 millones de dólares entre 2005 y 2008, cuando Buenos Aires no tenía acceso a los mercados financieros y comenzaba a salir del “default” de cien mi millones de dólares declarado en 2001, según diarios económicos.
Al llegar a Buenos Aires, proveniente de Montevideo donde inició el martes una gira regional que culmina el jueves en Brasil, Maduro dijo tener “la enorme responsabilidad de continuar su obra” de Chávez y Kirchner, al resaltar los aportes de ambos exjefes de Estado “a la meta de la unión de Sudamérica”.
Uno de los dirigentes opositores, Leopoldo López, llegó a Buenos Aires en coincidencia con la visita de Maduro para denunciar “la persecución política y violencia oficial que impera en Venezuela”, según un comunicado de su agrupación.
El gobierno de Cristina Kirchner fue uno de los primeros en reconocer el triunfo electoral de Maduro, quien la tarde de este miércoles era homenajeado en un acto organizado por agrupaciones oficialistas en el estadio del club de fútbol All Boys, en el oeste de la capital, antes de asistir a una cena en su honor en el Museo del Bicentenario, detrás de la Casa Rosada.