MANZANILLO, Cuba. — Tres niños quemados por jugar en los desechos de un molino arrocero, alarma a la población de Manzanillo.
Los menores Luis Cartaya Carralero, Eliecer Alexander Rodríguez Carralero y Juan Gabriel Reytor Téllez, fueron a jugar a los montículos de paja quemada del molino arrocero Julio Zenón, ubicado en las calles Carmen Final y Litoral, donde trabaja Luis Vera, padrastro de uno de ellos. En este molino, ni en ningún otro de Manzanillo, existen señalizaciones de “peligro”, ni cercas altas y mucho menos un vigilante que impida acercarse.
Los tres muchachos jugaron a hundirse en esa ardiente paja, lo que les trajo como consecuencias serias quemaduras.
Luis está convaleciente en su casa con tratamiento médico, Juan Gabriel Reylor, con 15 por ciento de quemaduras en su cuerpo, está reportado grave y Eliecer Alexander Rodríguez con quemaduras en un 6 por ciento de su cuerpo, está reportado de cuidado. Ambos tuvieron que ser ingresados en la sala 2B del segundo piso del Hospital Celia Sánchez Manduley, pues el Hospital Infantil Hermanos Cordovés, no cuenta con Sala de Quemados.
Manzanillo, en la oriental provincia Granma, es un municipio productor de arroz, existen varios molinos que queman en grandes cantidades la paja de ese cereal, pero lo hacen sin tomar medidas para cuidar el medio ambiente y la salud de la los manzanilleros. Una amplia neblina se extiende sobre barrios de la ciudad. La población se queja en vano. Las autoridades han respondido que dada la importancia económica que representan, los molinos, no pueden dejar de moler.
Son innumerables los niños y adultos, que vienen presentando enfermedades respiratorias. Incluso algunos sufrieron amputaciones de algún miembro. Las autoridades municipales no toman medidas efectivas que eviten estos hechos lamentables.
- Leonardo Cancio Santana Ponce