LA HABANA, Cuba.- El encuentro con la prensa nacional y extranjera que sostuvo en la tarde de este 17 de marzo el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla confirmó los temores que siente el castrismo ante el acercamiento de Estados Unidos a la Isla, lo mismo si se expresa en las recientes medidas que modifican aspectos del embargo, como la próxima vista del mandatario estadounidense.
A pesar de expresar que “se estudia” el alcance del último paquete de medidas de Obama, el Canciller se apresuró en afirmar que el bloqueo de Estados Unidos se mantiene, con lo cual persiste el discurso que le ha permitido a la Isla contar con el apoyo de las fuerzas que se oponen a Estados Unidos en la arena internacional.
En el plano económico, Bruno lamentó que se mantenga la prohibición de exportaciones cubanas hacia Estados Unidos, y señaló que las ventas de productos norteamericanos a la Isla seguirán siendo limitadas. Además anunció que el gravamen del 10% que se aplica en las Casas de Cambio (CADECA) de al dólar de Estados Unidos, solo se eliminará cuando las autoridades cubanas comprueben que pueden utilizar sin restricciones esa moneda en sus transacciones comerciales.
El señor Rodríguez Parrilla, como ha sido habitual en el lenguaje oficialista, no ve con buenos ojos la intención de la administración Obama de empoderar al pueblo cubano para que cada día dependa menos de las autoridades. En ese contexto, en este encuentro con la prensa insistió en que la libertad de viajar a Cuba con fines educacionales que ahora disfrutan los ciudadanos norteamericanos obedece al afán de cambiar el sistema político cubano. Igual propósito le endilgó el Canciller a las inversiones en el sector de telecomunicaciones que han sido aprobadas por el Presidente de Estados Unidos.
El jefe de la diplomacia cubana se refirió a las grandes diferencias existentes entre su gobierno y Washington en materia de democracia, derechos humanos y otros asuntos de política internacional. Capítulo especial para el caso de Venezuela. Aquí el Canciller, para quedar bien con sus amigos bolivarianos, arremetió contra la decisión norteamericana de continuar considerando a Caracas como un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos.
Con respecto a la visita de Obama que se inicia el día 20, Bruno Rodríguez anunció que el mandatario visitará el Centro Histórico de la Habana Vieja, participará en un foro empresarial donde estarán presentes cooperativistas y trabajadores por cuenta propia, y que acudirá al Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso donde sostendrá “un encuentro con el pueblo cubano”. Se tratará de un discurso que será transmitido en vivo por la televisión cubana.
Sin embargo, el Canciller nada dijo de la posible asistencia de Obama al juego de béisbol de una selección cubana contra el equipo de Grandes Ligas Tampa Bay, y mucho menos si la entrada al estadio sería libre. Porque muchos cubanos de a pie opinan que ese día al estadio solo podrán ir los invitados del gobierno, dícese militantes del Partido Comunista, trabajadores de centros laborales muy comprometidos con la maquinaria del poder y agentes de la Seguridad del Estado. Todos, por supuesto, enarbolando banderitas de ambos países.