AREQUIPA, Perú – El submarino de propulsión nuclear de la Armada Rusa arribó en la mañana de este miércoles a La Habana como había anunciado el Ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR) del régimen cubano. El navío estará acompañado por otros tres buques durante su estadía en la Isla, la cual se mantendrá por cinco días, hasta el lunes 17.
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Durante la trayectoria hacia Cuba, la flotilla rusa practicó el uso de armas de alta precisión en el océano Atlántico, informó el medio estatal ruso TASS, citado por la cadena CNN.
Según el informe, la tripulación de la fragata y del submarino nuclear practicaron el uso de armas de alta precisión mediante simulación por computadora contra objetivos navales ubicados supuestamente a una distancia de más de 600 kilómetros.
La flotilla rusa que arriba a la capital cubana está compuesta por fragata Gorshkov, el submarino de propulsión nuclear Kazan, el buque petrolero de la flota Pashin y el remolcador de salvamento Nikolai Chiker.
El MINFAR especificó que “ninguno de los navíos es portador de armas nucleares” e indicó que “esta visita se corresponde con las históricas relaciones de amistad entre Cuba y la Federación de Rusia y se acoge estrictamente a las regulaciones internacionales de las cuales Cuba es Estado Parte”.
En contraste, el laboratorio de ideas Cuba Siglo 21 alertó que, según fuentes propias, el régimen de La Habana había solicitado a Vladímir Putin la presencia militar nuclear rusa en la Isla durante este verano.
La acción, advirtió el laboratorio de ideas, persigue enviar al pueblo de la Isla el mensaje de que Estados Unidos no se atreverá a venir en su ayuda “si se derrama sangre cubana en las calles de ciudades y pueblos”.
“Los barcos rusos estarán allí para hacer posible un Tiananmen impune en Cuba”, en referencia a la masacre ocurrida en 1989 en Pekín, China, cuando las autoridades comunistas sacaron al Ejército a las calles del país y entraron a la céntrica plaza de Tiananmen, donde se encontraban manifestantes que llevaban protestando alrededor de siete semanas y que exigían, entre otras cosas, mayor libertad, transparencia, democracia y el fin de la corrupción.
“Cortesía de Putin, el despliegue de fuerzas represivas nacionales dispuestas a matar se realizará en presencia de una fuerza militar, extranjera e injerencista, representada ―por ahora― por tres barcos y un submarino nuclear. Su presencia solo sirve para dar una palmadita en la espalda a Castro y Maduro (las elecciones venezolanas son el 28 de julio)”, argumentó Cuba Siglo 21.
Una flota para la propaganda
También el pasado jueves, un vocero del Departamento de Estado citado por Martí Noticias precisó que “los despliegues de Rusia son parte de la actividad naval de rutina” y “no representan una amenaza directa para Estados Unidos”.
Otros funcionarios sin identificar dijeron a la prensa que la administración Biden no ve el despliegue con alarma ya que Rusia había enviado barcos al hemisferio occidental anualmente desde 2013 hasta 2020.
Por su parte, el jefe del servicio ruso de la BBC, Famil Ismailov, dijo al medio británico que más allá de la escalada de tensión entre Washington y el kremlin, la llegada de la flota a Cuba se trata de una “maniobra de propaganda”.
Según Ismailov, resulta interesante que Rusia aclarase que no hay armas nucleares en su flotilla, lo cual supone un mensaje de desinterés hacia una escalada armamentística.
“No es una coincidencia. Es un claro movimiento de propagandade Rusia para dejar claro algo: ‘Os apoyamos (a Cuba) en el ‘patio trasero’ de Estados Unidos’”, recalca Ismailov.
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