MIAMI, Florida, 27 de diciembre de 2012, Redacción, 173.203.82.38.- El joven político miembro de las Nuevas Generaciones del Partido Popular (PP) español, Ángel Carromero, estaría a tiempo para los turrones de fin de año, avellanas y otras delicias gastronómicas, si su avión llega este fin de semana a Madrid, según informa el diario conservador ABC citando “fuentes solventes”.
Se quería que el acusado de causar la muerte en un accidente de tránsito de los opositores pacíficos cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, llegara para Navidad, pero al parecer no ha sido posible por cuestiones burocráticas de la parte cubana.
Este caso se ha manejado con bastante cautela por parte del gobierno español y específicamente en la comunicación ofrecida por el ministro de Exteriores José Manuel García-Margallo, quien siempre insistió en que no se podían exponer detalles para que se cumpliera la extradición del convicto, procesado en Bayamo, Cuba, y condenado a cuatro años de cárcel.
La disidencia cubana, tanto dentro como fuera de la isla, espera con especial interés las horas siguientes a la llegada de Carromero a Madrid. Se cree que el joven político oculta datos importantes sobre los hechos que ocurrieron el pasado 22 de julio cuando el auto de alquiler en el que viajaban impactó contra un árbol, según la versión oficial.
Pero la viuda de Oswaldo Payá, Ofelia Acevedo, no se cree nada de lo que dice el gobierno comunista de Cuba y en ningún momento ha hecho una acusación particular contra el joven español. Sí ha pedido hablar con él antes de su extradición a España y esto no ha sido posible.
Acevedo cree que, entre los dos gobiernos, existe un pacto de silencio. No alberga la más mínima esperanza de que el único inculpado por la muerte de su marido confirme lo que ella ha dicho desde el principio, que un auto de la policía política iba siguiendo a los opositores pacíficos. Ella ha solicitado una investigación independiente y no parece descansar hasta conseguir un testimonio diferente al oficial, cosa que no se pudo lograr del sueco Jens Aron Modig, líder de las Juventudes Democristianas de su país, quien, dice él mismo, iba dormido cuando ocurrió el impacto.
La familia de Carromero ha preferido guardar silencio en aras de que el gobernante Partido Popular, y su canciller, pudieran llevarle de vuelta a Ángel.
Hasta el momento, no se conoce si entre las dos familias afectadas existe comunicación.
Por su parte, la plataforma de exiliados cubanos ¡Cuba, democracia Ya! , con sede en España, mantiene su versión de que el Caso Carromero ha servido al gobierno cubano para negociar con Madrid cierta suavidad con la llamada Posición Común, que en principio debía mantener restricciones económicas y política desde la Comunidad Europea.
Y también está el ángulo importantísimo del empresariado español en Cuba; o sea, el tema de negocios privados –principalmente por el sector hotelero- que podría verse afectado de existir tirantez entre los dos países.
Por lo pronto, la familia de Carromero parece que lo tendrá de vuelta en las próximas horas, con un final feliz que no estaba escrito pero que era una de las hipótesis posibles, aunque dudosa, pues el canciller García-Margallo, desde su primer día como ministro, dijo bien claro que Cuba no estaba en sus prioridades.
Carromero, una vez en España, podría entonces quedar en libertad, con la obligación de pernoctar en la cárcel, algo que también puede evitar si se somete a un control telemático, a través de una pulsera.
El dirigente del PP podría solicitar incluso el indulto al Gobierno, pero según fuentes jurídicas consultadas por ABC, no parece que esta petición se vaya a producir de inmediato.