MÉRIDA, México -. El Gobierno cubano ha decidido romper el silencio sobre el caso de corrupción del exministro de Economía Alejandro Gil en una entrevista ofrecida a EFE por la contralora general Gladys Bejerano.
“Duele y duele mucho porque uno piensa como compañero -y el pueblo, como cubano- que una persona que ha estado a ese nivel, que ha estado manejando las situaciones, los sacrificios que ha habido que hacer… Que no tenga una actitud en correspondencia, realmente uno lo siente como una traición, como algo que no es lo correcto, y así lo sentimos todos. Pero hay moral y hay valentía para enfrentarlo”, declaró la funcionaria.
Bejerano se refirió al hecho como “una lección tristemente negativa” de la que extraer “enseñanzas”. Asimismo, aprovechó para amenazar al sector privado
“No le vamos a admitir ni a estatales ni a privados que cometan ese tipo de delitos y que ofendan y maltraten al pueblo. Eso no se puede permitir: no es lo que queremos, no es el modelo. Queremos que gente honesta, luchadora y trabajadora pueda tener su negocio en regla, cumpliendo sus obligaciones con el fisco, con la sociedad”, agrega.
La funcionaria sacó pecho de que el caso de corrupción se hiciera público y dijo que toda la información se ofrecerá en su debido momento.
“La gente no cae en la corrupción en paracaídas. Es un proceso: corrupción es descomposición. Es un proceso de pérdida de valores, de estima a sí mismo, de respeto a sí mismo (…). Hay otros que es por autosuficiencia, por vanidad, por prepotencia”, agregó Bejerano, quien reconoció las deficiencias del aparato de control que dirige.
“Los controles no están al nivel”, comentó tras admitir que el 23 % de los sistemas de control del país tienen deficiencias, principalmente por falta de capacidades técnicas o humanas, y que solo el 60 % de las plazas de la Contraloría están cubiertas.
En la entrevista, Bejerano fue cuestionada además acerca de por qué el conglomerado militar GAESA no está bajo su control, a lo que respondió aduciendo que los militares cuentan con “disciplina y organización superior”.
Sobre las desigualdades crecientes de un país en crisis, la funcionaria volvió a arremeter contra el sector privado donde algunas personas tienen más porque trabajan y “tienen resultados”, pero también hay “ilegalidades”.
Caso Gil
En marzo, el régimen cubano anunció que inició una investigación contra Gil, por “graves errores cometidos” durante su gestión.
Un comunicado firmado por el gobernante Miguel Díaz-Canel y transmitido por el noticiero estelar de la televisión cubana, expuso que se procedió a realizar una rigurosa investigación contra el exministro y se determinaron “graves errores cometidos” mientras se desempeñaba en el cargo.
De acuerdo con la nota, luego de verificar los hechos, y a propuesta de la Fiscalía General, el Buró Político del Comité Central del Partido y el Consejo de Estado aprobaron que el Ministerio del Interior iniciara “las actuaciones correspondientes” para esclarecer el caso.
Aunque no se precisó el tipo de hecho ni su magnitud, se aludió a procesos de corrupción. La nota alegó que el Partido y el Gobierno no permitirán “la proliferación de la corrupción, la simulación y la insensibilidad” y “mantendrán” el “enfrentamiento, transparencia y tolerancia cero a este tipo de manifestaciones que afectan a nuestro pueblo”.
A su vez, prometieron severidad en el castigo: “mientras más elevado sea el nivel de confianza depositada en un cuadro, mayor será el rigor e intransigencia con que se actúe ante hechos de esta naturaleza”, recogió el texto.
Gil Fernández era uno de los principales impulsores del paquetazo económico que no llegó a ver materializado, pues su destitución se produjo en los primeros días de febrero, justo cuando el régimen daba marcha atrás a la implementación de las nuevas medidas económicas.
Cuando fue cesado de su cargo otros funcionarios y voceros del gobierno aplaudieron su “consagración” a la terea que le fue encargada.
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