MIAMI, Florida, 6 de diciembre de 2012, Redacción, 173.203.82.38.-Nuevamente, el gobierno cubano vincula hechos que no tienen nada que ver y utiliza la vieja estrategia del cambio de rehenes, como respuesta este último miércoles a un informe en el que la Organización de Naciones Unidas (ONU) considera arbitrario el arresto de Alan Gross.
A través de la jefa del departamento de Estados Unidos de la cancillería cubana, Josefina Vidal, el régimen de la isla dio a conocer su intención de canjear a Gross por los espías cubanos que continúan presos después de encontrárseles culpable del delito de espionaje en suelo norteamericano.
“El gobierno de Cuba invita una vez más al gobierno de Estados Unidos a conversar seriamente sobre estos temas para lograr una solución humanitaria aceptable para ambas partes”, dijo Vidal a la prensa.
Por su parte, Washington, que rechaza tajantemente el canje, exige que La Habana libere al contratista, quien cumplió este lunes tres años en prisión condenado por intentar proveer de una intranet a la comunidad judía de la isla.
Coincidentemente, el Senado norteamericano aprobó también el miércoles una resolución bipartidista que exige al gobierno cubano poner en libertad “de inmediato e incondicionalmente” y concederle el tratamiento médico adecuado al subcontratista.