AREQUIPA, Perú – Bacardí convenció a un tribunal de apelaciones estadounidense para reactivar la demanda del gigante licorero contra la Oficina de Patentes y Marcas de EE. UU. (USPTO por sus siglas en inglés) en su disputa con el gobierno cubano por el ron “Havana Club”.
Un reporte de la agencia Reuters indica que el Tribunal de Apelaciones del Cuarto Circuito en Richmond, Virginia, determinó que Bacardí puede impugnar en una corte federal la decisión de la USPTO de renovar la marca “Havana Club” de Cuba 10 años después de que Bacardí afirmara que debería haber expirado.
El Gobierno cubano distribuye el famoso ron fuera de la Isla y Bacardí sostiene que la marca fue incautada ilegalmente por el régimen de Fidel Castro en 1960, junto con los activos de la empresa cubana José Arechabala SA.
Bacardí había demandado a la USPTO en diciembre de 2021, por renovar el registro de la marca a favor de Cubaexport, empresa estatal de Cuba. La demanda, insertada en la larga batalla legal que sostienen La Habana y el gigante de las bebidas alcohólicas, precisaba que este último comenzó a vender ron Havana Club en Estados Unidos en 1995, después de comprar la marca.
La empresa estatal cubana de exportación y la firma francesa de bebidas espirituosas Pernod Ricard venden ron con el mismo nombre en otros países, aunque tienen prohibido venderlo en EEUU.
Cubaexport registró por primera vez la marca Havana Club en Estados Unidos en 1976. Esta empresa intentó renovar el registro en 2006, pero no pudo obtener una licencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC).
De acuerdo con la denuncia, la marca registrada de Cubaexport debería haber expirado seis meses después, según la ley federal, pero la USPTO renovó el registro poco después de que la OFAC le otorgara una licencia en 2016.
Al respecto, Bacardí resalta que la renovación “unos diez años después de que expiró el registro es un atropello moral, sin duda, pero también viola la ley y debe ser anulada”.
El juez Liam O’Grady desestimó el caso en abril de 2022, apuntando que Bacardí solo podía impugnar la marca mediante procedimientos en la oficina de marcas. Dos años después, la jueza Allison Rushing determinó que la demanda judicial de Bacardí puede continuar.
Un portavoz de la USPTO rehusó responder a las solicitudes de comentarios de Reuters, mientras que el abogado de Cubaexport, David Bernstein, de la firma Debevoise & Plimpton, dijo en una declaración que la empresa “tiene confianza en que la renovación fue válida” y que el Tribunal estará de acuerdo, una vez analice a fondo todo lo que está en disputa.
Por su parte, un representante de Bacardí afirmó que la compañía estaba satisfecha con la decisión del Tribunal de Apelaciones.
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