El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, estrechó la mano de Barack Obama. Un saludo protocolario, cargado de simbolismo: el exguerrillero sandinista, enemigo de Estados Unidos en los ochenta, sigue siendo un feroz crítico del “imperialismo yanqui”.
La idea del canal está tan metida en el ideario nicaragüense, que su sola mención por parte de un mandatario despierta pasiones en un país donde el 47% de la población vive en pobreza. Y más si ese mandatario se dirige al hombre más poderoso del mundo para informarle de sus planes.
El Gobierno de Nicaragua informó que trabaja con “una gran empresa de la República Popular China” el proyecto de construcción del canal, cuyo costo, según Ortega, podría superar los 40.000 millones de dólares.
Oficinas en Hong Kong
Nicaragua ya ha establecido una Oficina del Gran Canal en Hong Kong, aunque todavía no se ha informado oficialmente el nombre de la empresa china,
podría tratarse de la compañía de telecomunicaciones Xinwey, a la que Nicaragua le otorgó, el año pasado, licencia para operar las comunicaciones del país.
El año pasado, ProNicaragua, agencia público-privada para la promoción de inversiones en la que trabaja como asesor Laureano Ortega, hijo del mandatario, anunció que había firmado un “memorándum de entendimiento” con una empresa con sede está en Hong Kong: HK Nicaragua Canal Development Investment Co. Ltd, cuyo presidente es Wang Ji, quien también dirige a Xinwei Telecom Enterprise Group.
El Gobierno nicaragüense otorgó a un consorcio holandés formado por las empresas Royal HaskoningDHV y Ecorys el contrato para realizar un estudio de prefactibilidad para la construcción de un canal. El estudio, cuyo costo ascendía a 720.000 dólares, debería ser presentado a inicios de este año, pero el Gobierno no ha informado todavía de sus conclusiones. El consorcio holandés debería analizar la viabilidad técnica, económica y financiera de la construcción del canal, tomando en cuenta el impacto ambiental del proyecto.
Barcos de 250 mil toneladas
El proyecto nicaragüense tendría capacidad de recibir barcos de hasta 250 mil toneladas métricas, con esclusas de 460 metros y una profundidad mayor a los 20 metros. Un proyecto faraónico que se ha topado con la preocupación de los ecologistas y el escepticismo de críticos del Gobierno.
Hasta ahora ningún funcionario del Gobierno ha dicho qué rutas tendría en canal anunciado por Ortega, aunque el mandatario aseguró que no sería por el río San Juan, fronterizo con Costa Rica.
Algunos expertos consultados estiman que el proyecto podría desarrollarse tomando las rutas recomendadas por un estudio multidisciplinario presentado en 2006 por el entonces presidente Enrique Bolaños, que planteaba la construcción del canal iniciando en las costas del Caribe de Nicaragua, cerca de la bahía de la ciudad de Bluefields, avanzando por ríos dentro de territorio nicaragüense y pasando por el Gran Lago de Nicaragua, de más de ocho mil kilómetros cuadrados, en un recorrido de 280 kilómetros.
Es precisamente una ruta a través del Gran Lago, o lago Cocibolca, lo que ha preocupado a expertos y ecologistas de Nicaragua, que temen un deterioro irreversible en la que es la principal reserva de agua del país, porque se deberían remover sedimentos y dragar ocho kilómetros del lago para permitir el paso de barcos de enorme calado. “Un proyecto de grandes dimensiones como este atenta contra el futuro del lago”, dijo a este diario el célebre ecólogo nicaragüense Jaime Incer Barquero, para quien el proyecto del canal por esta ruta es “una visión desarrollista, insostenible y muy negativa para el desarrollo del país”.
Temen por el lago Cocibolca
“Yo no me opongo al progreso, pero las consideraciones ambientales son suficientemente fuertes”, dijo. Al experto también le preocupa que el país que pone los fondos para la obra sea precisamente China. “Es el país más contaminado del mundo, siempre ha despreciado el medio ambiente”, dijo. “El Gobierno de Nicaragua no puede ni siquiera meter la mano, los chinos la van a meter por nosotros con su concepto despreciativo por el medio ambiente. Es demasiado proyecto para Nicaragua”, remarcó Barquero.
Daniel Ortega parece estar dispuesto a completar el proyecto, que es el eterno sueño de los nicaragüenses, pero críticos del sandinista han tomado con escepticismo el anuncio hecho con bombos y platillos. Carlos Fernández Chanorro, el periodista más respetado de Nicaragua, recordó en su programa diario de televisión que Ortega ha prometido en el pasado otros megaproyectos, como la construcción de una refinería financiada por Venezuela con una inversión de cuatro mil millones de dólares.
El proyecto aún no se ha llevado a cabo, lo que genera dudas sobre el canal de 40 mil millones de dólares, un monto 25 veces mayor al presupuesto de gastos de Nicaragua, que asciende a 1.619 millones de dólares anuales.
El pasado domingo, Ortega se dirigió a sus simpatizantes en la pequeña ciudad de Niquinohomo par el 118 aniversario de Augusto Cesar Sandino, el gran héroe de Nicaragua. “Ahora sí, por fin, el canal será construido. “Es una inversión muy grande, quizás arriba de los 40,000 millones de dólares, porque es una obra completa, es el Canal, los Puertos, las pistas aéreas, el ferrocarril, los oleoductos para que pueda cruzar petróleo del Mar Caribe al Pacífico” .