SANTIAGO DE CUBA, Cuba, junio, 173.203.82.38 -En las últimas horas, los medios de comunicación han sugerido el empeoramiento de la salud del contratista Alan Gross, sancionado por tribunales cubanos a raíz de haber cometido un supu
Nunca han estado claras las razones de su arresto. El manto judicial no pudo cubrir mejor la saña del régimen cubano, que le impuso una desproporcionada sanción por el solo hecho de proveer con tres o cuatro aparatos tecnológicos a una oposición cercada y sin apoyo efectivo.
Muchos pensaron que su detención serviría al régimen para el clásico canje. Y todo parecía indicar que los favorecidos serían los 5 espías presos en Estados Unidos. Pero transcurrieron los años y esa posibilidad se evaporó, dada la renuencia del gobierno estadounidense. Y es que realmente no existe proporcionalidad. Los hechos por los cuales Alan Gross fue sentenciado distan mucho de la naturaleza que cubría el fallo contra los espías castristas, algunos de los cuales había conspirado incluso para cometer asesinato.
En una de esas decisiones controversiales del gobierno de Obama, se le permitió a uno de los espías, René González, viajar a Cuba para visitar a su hermano enfermo. La Fiscalía se opuso tibiamente a la moción presentada por la Defensa, quizás pensando en un acto recíproco de Raúl Castro, con respecto a Alan Gross. Pero esto no sucedió. Al contrario, ahora se oculta a la familia el verdadero estado de salud del contratista norteamericano.
Mientras ello ocurre, la Administración Obama sólo redacta comunicados de exigencias, sin ir más lejos. Todo parece sugerir que el presidente estadounidense no tiene fe en los sorteos. Y tal vez piensa que si pierde en las elecciones de noviembre de este año, Alan Gross será un respiro para el ejecutivo saliente y una deuda perenne para el que asuma el poder, en enero de 2013.
Es poco probable que con un régimen comunista apuntalado desde afuera por economías como la venezolana, y desde adentro por el miedo de millones de ciudadanos, existan esperanzas para el contratista. Se necesitarían menos declaraciones y más acciones en todos los terrenos. Además, se podría afirmar que la oposición cubana ha hecho más por la libertad de Gross que el propio gobierno norteamericano.
La decisión del gobierno de Obama de suspender o disminuir estos programas de ayuda, ha sido un triunfo muy bien apreciado por el régimen. Y es que no se trata de un simple programa, o de un hombre. Para la oposición dentro de la Isla, Alan Gross representa el derecho de cualquier ciudadano del mundo a proporcionar a los cubanos medios y recursos para enfrentar pacíficamente a un régimen totalitario, que lo controla todo. Representa algo más que una pieza de cambio o un sorteo.