LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org -Quienes conocen a Víctor Manuel Domínguez, lo califican de experto en literatura cubana. Hoy comparte sus valoraciones con los lectores de Cubanet.
Cubanet: ¿Novedades en la política editorial en Cuba?
Víctor Manuel Domínguez: Se han dinamitado mitos como la guerra en Angola, la homosexualidad y algunos otros tabúes que hasta hace muy poco tiempo no se permitían ni citar, pero la literatura continúa respondiendo a patrones ideológicos, y los escritores siguen estando subordinados al gobierno.
CN: Los escritores afiliados a la UNEAC ¿son oficialistas?
V.M.D: Los que viven en Cuba y no tienen la posibilidad de publicar en el extranjero, están obligados a moverse dentro de los medios oficiales, y una buena parte de ellos lo hacen por intereses, no por convicciones ideológicas. Todas las editoriales pertenecen al gobierno. Otros escritores viven en Cuba, y les publican en el extranjero, estos últimos se sienten más desligados del oficialismo.
CN: Pero hay escritores que ya cuestionan, y escapan a la censura
V.M.D: Son las obras de esos escritores las que se hacen imposibles de censurar. La novela El hombre que amaba los perros, de Leonardo Padura, al publicarse en una editorial extranjera, y ser coronada con importantes premios internacionales, los censuradores se vieron obligados a editarla aquí. Sin embargo, con una tirada minúscula.
CN: ¿Cómo distinguir cuando se entra en el terreno de la censura?
V.M.D: La censura va mas allá de impedir cuestionamientos sobre los errores de la revolución, llega a suprimir supuestas violaciones de la ética revolucionaria. La UNEAC le impone a sus miembros ser soldados de la revolución, y en los actos más críticos de represión contra la literatura (las purgas estalinistas) han actuado como una sola voz. Así ha sucedido siempre. Una vez que los reprimían, los condenaban al silencio. A la mayoría de los reprimidos no les quedó otro camino que el del exilio. La UNEAC obligó a firmar colectivamente el fusilamiento de los tres negritos que intentaron irse en una lancha. Y hasta ahora, no hay ni disculpas, ni arrepentimiento de su parte, por haber participado en tantos actos diabólicos junto al gobierno.
CN: ¿Qué futuro inmediato puede pronosticarse para los medios de publicación oficiales?
V.M.D: Que la censura continuará resquebrajándose. Ya son incontenibles las críticas a la discriminación literaria por motivos ideológicos. Se están dando pasos de avance, pero a conveniencia del gobierno.
CN: Eres el vicepresidente del Club de Escritores de Cuba ¿tienen facilidad de publicación los escritores disidentes en el Club?
V.M.D: Facilidades no tenemos, contamos con nuestra voluntad. Poseemos una página electrónica que se llama: Puente de Letras (puentedeLetrascuba.com). Está habilitada con secciones para artículos sobre arte, ensayos, poemarios, cuentos, novelas. La actualizamos dos veces al mes y está a entera disposición de los miembros del Club. Los segundos viernes de cada mes coordinamos una Tertulia o un Taller Literario. Casi todos los meses organizamos un Puente Cultural en una sede diplomática, para intercambiar conocimientos culturales de nuestro país con el país anfitrión.
CN: ¿Van despuntado escritores pertenecientes al Club?
V.M.D: Más de 15 miembros han publicado por diversos medios: Frank Correa tiene, en amazon.com, su novela: Pagar para ver, y otra novela suya: La más larga de las noches, obtuvo el premio Franz Kafka. Jorge Olivera ha publicado varios libros de poesía. Joaquín Cabeza de León hizo un excelente libro de poesía: Cristales en la memoria. Luis Cino Álvarez con un libro de cuentos: Los tigres del Dira Dawa. Y el también libro de cuentos: Nonato habla con los muertos, de Juan González Febles, muy pronto serápublicado.
CN: Casi todos los escritores del Club realizan el oficio del periodismo independiente. ¿Qué relación guarda?
V.M.D: La relación más importante es que hay que ir comiendo mientras construimos nuestra obra literaria. En el caso nuestro, no hacemos periodismo tan solo para garantizar el sustento personal, sino además para canalizar nuestras inquietudes, opiniones y para combatir lo mal hecho.