LA HABANA, Cuba, diciembre, 173.203.82.38 -“De Hollywood a La Habana” constituyó otro puente de amistad tendido desde Estados Unidos en los últimos cuatro años, ahora en ocasión del 34 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, efectuado del 4 al 14 de diciembre. La delegación de la Academia de Hollywood, conocida por la concesión de estatuillas Oscar a las mejores películas de cada año, estuvo integrada por su presidente Hawk Koch, la actriz Annette Bening, la directora Lisa Cholodenko y el productor Mark Johnson. Previamente, Alfredo Guevara, presidente del Festival había expresado que “ganó Obama (los comicios), vamos a ver si con él no solo llegan los ciclones, sino también nos llega una buena pléyade de estrellas que iluminarán un poco más el festival, que ya está iluminado”.
Afortunadamente para los miles de cinéfilos cubanos llegaron 4 excelentes filmes, y las expresiones inteligentes de los famosos visitantes salieron del marco de los contactos con sus homólogos y las conferencias magistrales o de prensa, pues los medios nacionales dieron una cobertura aceptable, teniendo en cuenta el tradicional cierre de las informaciones cuando se trata de personalidades de Estados Unidos. La cinematografía había tenido una presencia notable en Cuba hasta los primeros años de la década de 1960, cuando se impuso a la población fundamentalmente las lentas y doctrinarias películas soviéticas, usualmente de guerra, que alejaron al público de los cines. Luego, no se pudo meditar con las soviéticas, húngaras, checoslovacas, alemanas y polacas demostrativas de los problemas existentes en los países socialistas, como las formidables El Hombre de Hierro y el Hombre de Mármol de Andrzej Wajda.
Sin embargo, con la llegada de los equipos reproductores domésticos, las películas norteamericanas recibidas de diversas formas se copiaban para prestarlas o alquilarlas. Mientras se abrieron varios canales de televisión, pero la ínfima realización y pésima calidad de los programas autóctonos no lograron ganar la competencia a las tertulias caseras, de manera que las series de variada temática y las películas del vecino del norte han inundado los espacios, y atraído la preferencia del público. Lo mismo ocurre en los cines, que casi únicamente resplandecen en ocasión de los festivales como el recién concluido, pues se ha perdido la costumbre de ir al cine, debido al estado de destrucción de los teatros y el cierre de muchos.
“Queremos aumentar nuestras relaciones con los realizadores del cine cubano, cualesquiera que sean las políticas que de alguna manera interfieren en esta posibilidad de intercambio y de trabajo conjunto, y superar la distancia que hoy tienen”, manifestó Annette Bening en una conferencia de prensa. La actriz y la directora Cholodenko hicieron una presentación especial de “The Kids are all right”, realizada por ambas en 2010, y que el año siguiente recibió premios de Globo de Oro y cuatro nominaciones para el Oscar. Hawk Koch se refirió a la posibilidad de asistencia de diversas formas, como el proyecto de extensión internacional “gracias al cual hemos llegado a La Habana, Viet Nam y Africa”, según público el diario Juventud Rebelde el 11 de diciembre. Esto podría incluir la colaboración para preservar el material fílmico cubano.
Muy positiva ha sido la política de facilitar los contactos pueblo a pueblo emprendida por Barack Obama, que irradia ampliamente en diversas esferas, con destacado intercambio entre los artistas, y el disfruta de sus actuaciones y conocimientos por los cubanos. En el nuevo período presidencial que iniciará en enero, el presidente norteamericano debería continuar utilizando sus prerrogativas para profundizar la interacción armoniosa de nuestras sociedades, tan apreciada por el pueblo cubano.