GUANTÁNAMO, Cuba, noviembre, www.cubanet.org -Julián del Casal, una de las voces poéticas más altas del siglo XIX en Cuba, nació el 7 de noviembre de 1863 en La Habana, hace hoy 150 años.
Sus primeros estudios los cursó en el Real Colegio de Belén, donde ingresó a los siete años de edad. Desde muy joven se interesó por la poesía y esta motivación lo hizo fundar, junto con otros compañeros de curso, el periódico clandestino y manuscrito “El Estudio”, donde publicó sus primeros poemas.
En 1880 se tituló como bachiller y comenzó la carrera de Derecho, pero no llegó a graduarse. En “El Ensayo”, semanario dedicado a publicar artículos sobre ciencias, artes y literatura, apareció su primera colaboración conocida en un órgano de prensa. Por esos años, gracias a su amistad con Nicolás Azcárate -un intelectual muy poco conocido pero que por su activismo cultural, su labor al frente del Liceo de Guanabacoa y, sobre todo, por las tertulias literarias que ofrecía en su casa tuvo mucha influencia sobre prominentes escritores y poetas de la época- Casal comenzó a visitar el Nuevo Liceo, un lugar donde conoció la obra de los principales autores extranjeros del momento.
Para ganarse la vida, tuvo que trabajar como escribiente de la Intendencia General de Hacienda, pero en 1888 abandonó ese trabajo para viajar a España, aunque poco tiempo después regresó a Cuba en precaria situación económica. Volvió a su trabajo como escribiente en la Intendencia General de Hacienda y también comienza a trabajar en “La Discusión” como corrector de pruebas y periodista.
Entre 1891 y 1892 fue redactor del semanario “La Familia Cristiana” y colaboró con “La Habana Elegante”, donde publicó una serie de artículos bajo el título “La sociedad de La Habana”. El primero de esos artículos, dedicado al Capitán General Sabás Marín y a la familia de éste le costó el trabajo que hacía como escribiente en la Intendencia General de Hacienda., pero continuó trabajando como periodista, labor que lo llevó a colaborar con importantes revistas y periódicos de la época.
“Hojas al viento”, publicado en La Habana en 1890, fue el primer poemario de Julián del Casal. Luego publicó “Nieve” en 1892 y en 1893 publicaría “Bustos y rimas”. Después de su muerte fue publicada toda su poesía bajo el título “Poesías Completas”, con un ensayo preliminar, bibliografía y notas de Mario Cabrera Saquí. Ángel Augier compiló y realizó una Introducción a sus “Crónicas habaneras”, las cuales contaron con un prólogo de Samuel Feijoó y fueron publicadas por la Universidad Central de Las Villas en 1963, en el centenario de su natalicio. La amplísima bibliografía pasiva de su obra demuestra el interés que la labor intelectual de Julián del Casal ha despertado entre los investigadores y críticos cubanos y extranjeros.
Además de poeta y periodista, tradujo poemas en prosa de Charles Baudelaire. Parte de su prosa fue traducida al inglés en 1949. En su labor intelectual usó los seudónimos “El Conde de Camors”,”Hernani” y “Alceste” y está considerado, junto con el mexicano Manuel Gutiérrez Nájera y el colombiano José Asunción Silva, como un iniciador del movimiento modernista.
Su muerte, ocurrida cuando tenía 30 años de edad, junto con la de José Martí dos años después, sumió a la lírica nacional en un estado que algunos críticos han calificado como “marasmo poético” y otros, como Regino E. Boti, lo definieron como de “penuria poética”. Sería precisamente el genial poeta guantanamero, con su libro “Arabescos mentales”, publicado en Barcelona veinte años después de la muerte de Julián del Casal, quien levantaría nuevamente a nuestra poesía y con ello quedaría registrado para la historia literaria nacional como el primer gran poeta cubano del siglo XX y un genuino continuador del modernismo iniciado por Julián del Casal y del que José Martí fue un precursor , al publicar su poemario “Ismaelillo”.