LA HABANA, Cuba, octubre, 173.203.82.38 -La represión política no cesa en Cuba. Y así se empaña la caricatura de apertura que el régimen pretende vender al mundo. En septiembre, las cifras de detenciones efectuadas por la policía política, contra activistas de derechos humanos, periodistas independientes y bibliotecarios, rebasaron cotas alcanzadas en meses anteriores.
Aparte de lo anterior, están las amenazas a opositores y periodistas reconocidos.
En la misma semana en que Martha Beatriz Roque fue amenazada de formas múltiples, la periodista independiente Ainí Martín Valero sufrió la agresión de un “desconocido” que iba en una moto y aprovechó para golpearla con la rama de un árbol.
Curiosamente, la moto, de fabricación japonesa, es de la misma marca que las usadas por los agentes y oficiales del MININT, un tipo de vehículo nuevo en el país, que no ha sido comercializado en el mercado, así que sólo la utilizan estos esbirros.
Roberto de Jesús Pérez, director de Hablemos Press, fue detenido por la fuerza y recibió una golpiza, al no presentarse en la estación de policía donde lo habían citado.
Oscar Sánchez Madan, periodista independiente de la provincia de Matanzas, resultó golpeado con un objeto contundente, que le provocó una herida en el centro de la espalda.
Ángel Moya Acosta, ex prisionero político del Grupo de los 75, también recibió amenazas de muerte, por parte de un individuo nombrado Luís Alberto Rodríguez, con largo expediente delincuencial y también agresor del periodistas independientes citados más arriba, hechos ocurridos en Pedro Betancourt, Matanzas.
Berta Soler, figura principal de las Damas de Blanco, sufrió golpes en el abdomen, propinados por un oficial de la Seguridad del Estado, para impedirle salir a la calle, junto con las demás mujeres de su organización pacífica, con el único fin de peregrinar hasta la iglesia de la Merced, en La Habana Vieja.
La casa-sede del grupo Damas de Blanco, en la calle Neptuno, sufrió un nuevo cerco policial, desde el viernes 12 y el sábado 13, porque el 14 de octubre se cumplió un año del fallecimiento de Laura Pollán Toledo, figura descollante desde la creación del grupo.
En Santa Clara, la policía política detuvo a unos 28 opositores, entre ellos, a los destacados luchadores cívicos Guillermo Fariñas (Premio Sájarov 2010), y Librado Linares, ex prisionero político del grupo de los 75, cuando intentaban reunirse para discutir el documento “Demanda ciudadana por otra Cuba”, un documento mediante el cual reclaman la ratificación de los Pactos de los Derechos Políticos y Civiles y de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, firmados por las autoridades cubanas en agosto de 2008.
El jueves 11 de octubre, detuvieron en Bayamo a la bloguera Yoani Sánchez y a su esposo, Reinaldo Escobar, que habían viajardo a esa localidad para asistir al juicio contra Ángel Carromero.
Estos ejemplos, ocurridos en días recientes, son apenas unos pocos de los muchos que tienen lugar a diario. Todos constituyen prueba evidente de la represión que sufren los opositores y periodistas pacíficos, por el simple hecho de airear sus desacuerdos de un modo respetuoso y civilizado.