![PERSONAS-AGUARDAN-ATENDIDAS-EMPRESA-CAPITAL_CLAIMA20100914_0044_4 Oficinas de una empresa estatal](https://www.cubanet.org/wp-content/uploads/2012/06/PERSONAS-AGUARDAN-ATENDIDAS-EMPRESA-CAPITAL_CLAIMA20100914_0044_4-300x168.jpg)
LA HABANA, Cuba, junio, 173.203.82.38 -El fenómeno de las cuentas pendientes por pagar y cobrar es el causante de una serie de problemas que repercuten negativamente en la eficiencia de las empresas cubanas. Sus efectos más sobresalientes son los atrasos con el pago de los salarios a los trabajadores.
Al cierre del primer trimestre del año, solamente en la provincia Villa Clara, se acumulaban casi 21 millones de dólares, por concepto de cuentas por pagar y cobrar.
Situaciones similares o peores se reportan en el resto de las provincias, por la persistencia del impago de los bienes o servicios brindados por las empresas, lo que hace que éstas no puedan tampoco pagaer sus deudas.
La causa principal del problema es en el descontrol y la indisciplina reinantes en todo el universo contable.
Al no tener dinero, las empresas no pueden pagar los insumos que se consumen en el proceso productivo. Por efecto dominó, se les acumulan las deudas por contribuciones tributarias a la hacienda pública, con el consiguiente atraso del pago de salarios a los trabajadores. Tales anormalidades son el caldo de cultivo propicio para que proliferen los robos y la corrupción.
El aumento de los impagos en la actividad contable de las empresas cubanas también es provocado con frecuencia por el uso indiscriminado de la firma de letras de cambio, al cual recurren los directivos para enmascarar los elevados montos de cuentas vencidas. Esto es de gran utilidad para sus tropelías, porque no siempre queda claro el momento en que se debe ejecutar el pago pendiente.
Se da el caso de que empresas mayoristas venden productos o servicios y ponen como condición el pago inmediato o en un corto plazo. Las empresas que los adquieren recurren al dinero que tenían destinado para otros fines, o a créditos bancarios. Esto propicia el círculo vicioso de prorrogar los pagos pendientes.
La administración, para que una empresa no entre en mora pública, recurre a las letras de cambios como instrumentos de pago. De tal manera enmascaran sus saldos negativos, sin tener ningún respaldo monetario.
Los controles y auditorías realizados, así como las medidas tomadas para solucionar las deficiencias, no han sido eficaces. La situación de los impagos se agrava. Ello demuestra que la solución del problema requiere un cambio de las actuales estructuras contables. Pero no parece existir una verdadera voluntad de realizar estos indispensables cambios.
Otros problemas que cobran cada día se acumula son las cuentas envejecidas, que esperan conciliación, y la falta de documentación que las avale; lo que también da pie a muchas ilegalidades. Su origen radica en la falta de asesoramiento, supervisión y control de las instancias que tienen que velar y responder por ello.
En los nuevos contratos ni siquiera aparecen los bancos a los que se deben efectuar los pagos, ni los números de las cuentas bancarias. Son contratos sin respaldo financiero, rubricados por funcionarios que no tienen la personalidad jurídica para hacerlo.