LA HABANA, Cuba, agosto, 173.203.82.38 -Amaury Pacheco es una de las figuras más influyentes en el arte independiente cubano. Según sondeos de la página digital Diario de Cuba, su grupo OMNI-ZONAFRANCA fue uno de los que más repercutió en la realidad cubana, en el año 2011.
Amaury es el responsable del Festival Poesía Sin Fin, proyecto autónomo que arriba este año a su decimocuarta edición. Su organizador lo califica como “una apuesta por la apertura a través del arte”. Recientemente participaron en el evento “Arte no es fácil”, que vinculó a artistas cubanos y estadounidenses, durante una gira de tres meses por Estados Unidos.
Cubanet: ¿Cómo fue el contacto con la comunidad cubana en los Estados Unidos, te sentiste diferente o rechazado?
Amaury: Me hizo entender el fenómeno de la separación de la familia cubana desde otro punto de vista. Comprendí el sufrimiento de los que viven del lado de allá. Conocí cubanos que se fueron desde hace muchos años y conservan las costumbres de la Isla. Sus hijos, nacidos en suelo americano, comen pan con guayaba. Fue algo asombroso y, a la vez, desgarrador. No me sentí rechazado, todo lo contrario.
Cubanet: Tu llegada a la Isla, luego de una exitosa gira, ¿fue un reto para quienes dudaron de tu regreso?
Amaury: Siempre el cubano especula, es cierto que muchos dudaron de mi regreso a la Isla, aunque este no es mi primer viaje al exterior. Conocer Estados Unidos siempre marca un antes y un después, pero tengo más motivos para regresar que para quedarme. En primer lugar, mi familia. En segundo lugar, yo tengo que vivir el cambio de la sociedad cubana desde adentro, no de lejos.
Cubanet: Este mes, un ex agente de la Seguridad del Estado cubano, infiltrado por más de 20 años en la Fundación Nacional Cubano-Americana, mencionó a tu agrupación cultural como “un proyecto desestabilizador estructurado por experimentados oficiales de la División de Planes de la CIA”. ¿Tienes algún comentario?
Amaury: Todos estos años de trabajo nos han sometido a todo tipo de calumnias y agresiones, pero nosotros, en realidad no manifestamos el dolor de esa manera. Estamos en la luz de la poesía, en la capacidad de todo ser humano de relacionarse con quien desee. Nosotros, como artistas, reconstruimos el espacio social cubano a través del diálogo y la poesía. Sé que estos ataques son para boicotear nuestras actividades en beneficio de la comunidad y frenar la participación de otros artistas.
Cubanet: ¿Cuáles son tus planes futuros?
Amaury: En diciembre comienza Poesía sin Fin, un marco favorable al debate, de manera que el perdón, la no violencia y la justicia funcionen, mediante el arte. Propongo al cubano algo muy sencillo: “Ama tu ritmo y rima tus acciones, poesía eres tú”. Nuestra meta es seguir multiplicándonos, pues si dos personas se miran y se reconocen, el mundo cambia.
Cubanet: Hasta el año 2009, gozaste de un lugar en la Casa de Cultura de Alamar, reparto ubicado al este de la capital cubana. ¿Cómo afrontaste el movimiento alternativo cubano, luego de ser expulsado de instituciones culturales oficiales?
Amaury: La expulsión nos privó de un refugio que nos permitía nutrirnos de muchas tendencias artísticas. Experimentamos la hibridez entre discurso oral y performatividad. Esa mezcla entre tradición sagrada y reencuentro con la vanguardia. Nuestros eventos tomaron un matiz socio-político. Concebimos los edificios decorados con graffitti y a poetas recitando poesías en las paradas de las guaguas, lejos de todo control gubernamental. Encontramos un punto, que se abrió hacia una libertad. Nuestra facilidad de comunicar y llegar a los demás intimidó a las autoridades. Nos acusaron de tener “problemas ideológicos”. Pero lo nuestro es un arte propositivo, no para los escenarios, sino para las calles y pequeños espacios. No puedo explicar cómo me sentí con la expulsión, pues ese lugar también nos sirvió como vivienda. No tener un hogar ha sido una constante en mi vida. Por eso implanté el lema familiar “Nuestra casa es el mundo.”
Cubanet: Sabes lo que es un desalojo. ¿Cómo visualizas la posibilidad de vivir esa experiencia otra vez?
Amaury: Al entrar en esta casa pienso que se ha cumplido un mandato de Dios, pues el lugar que ocupamos está en un limbo jurídico y eso es lo hemos defendido junto a las abogadas de Cubalex, centro independiente de información legal, dirigido por Laritza Diversent. Al ver que estaba literalmente en la calle, junto a mi mujer, embarazada en ese momento, con 5 hijos menores, y que nadie nos daba una solución, nos vimos obligados a ocupar una casa, destruida y deshabitada por más de 8 años, sin ser confiscada por el Estado. La ley nos ampara, no somos ocupantes ilegales, sino íntimos moradores de este espacio. Mis abogadas demostraron que esto no es una vivienda adecuada, pues no tenemos agua, electricidad ni condiciones higiénico-sanitarias. Es por eso que siempre vamos a visualizar la situación de manera tal que la poesía sea lo más importante para transformar el dolor.
Cubanet: ¿Y a tus niños, en qué medida los ha afectado este proceso?
Amaury: Imagínate, el 15 de julio pasado, aquí en Cuba, se celebró el día de los niños, y ese mismo día la Dirección Municipal de Vivienda de Habana del Este nos dio un ultimátum para salir voluntariamente del inmueble, sino seríamos “extraídos” por la fuerza pública. Le estamos dando la oportunidad al Gobierno de mostrar compasión, en las condiciones en que se encuentran mis 6 hijos menores, los hijos de una persona que piensa diferente y no deben ser castigados por eso. No vamos a responder con violencia, pero vamos a estar aquí, sembrados como un árbol. Tenemos derecho al techo y representamos la situación de muchos cubanos. Es lamentable la situación de los desalojos en la isla, aunque lo quieran llamar “extracción”. Si nos sacan de aquí, mis hijos van a salir vestidos de pioneros. Agradezco a los lectores de Cubanet y a muchos amigos dentro y fuera de la isla por seguir y apoyar nuestro caso.
Amaury Pacheco, con su carisma natural, colocó en su cabeza la cazuela que, para la sorpresa de todos, deja ver en letras pequeñas la frase “esto no es una cazuela”. En sus brazos, Kali, su hija menor, de apenas 1 año, no se perdía ni un detalle. Sin avisar a su pequeña audiencia, comenzó a cantar las rimas de su “Canción del ocupa: “Estoy en el guetto, sujeto, objeto, pretexto/ contexto en el gao, apreta´o en el house, a pocos metros/twit twit twit, twitéalo, twit twit twit bloguéalo/derecho al techo”, rapea.